Portadores

Crítica de Maximiliano Curcio - EscribiendoCine

Apocalypsis now total!

En un mundo amenazado con ser devastado por un virus mortal, acentuando la paranoia que puede provocar por estos tiempos la gripe A, Portadores (Carriers, 2009) cobra relevancia y se permite de manera inteligente jugar con algunos de los miedos más recónditos de la psiquis humana.

La historia de Portadores se desarrolla en pleno siglo XXI donde el hombre es incapaz de combatir un virus que se ha esparcido por la humanidad convirtiéndose en una enfermedad mortal. Aislados de la civilización y en medio de un panorama desolador, cuatro jóvenes intentan refugiarse hasta que algo sale mal y solo el instinto de supervivencia podrá salvarlos.

Con una temática que se ciñe al género fantástico, no se puede ignorar la carga dramática que representa el destino -de inevitable tragedia- para los personajes. Allí el film buscará indagar en situaciones de extrema angustia y dilema existencial.

Como un acertado ejercicio cinematográfico, la película no abusará de la situación para regodearse en la tragedia. Sin obviar los parámetros más tradicionales del género –y sin contar con los mecanismos y los recursos de una superproducción- los cineastas Alex y David Pastor se inclinan por un análisis psicológico de caracteres, lo que no quita que por momentos queden presos de alguna que otra marca convencional de la industria.

Con inconfundibles guiños a Mad Max (1979), esta roadmovie del fin de los tiempos también se permite abordar un costado de crítica social. Porque en esta carrera contra reloj la muerte puede ser una aliada y el destino trágico de un semejante puede ser el vehículo de la propia salvación, trastocando los valores morales de un núcleo social de por sçi deteriorado.

Los hermanos Pastor logran inquietar y perturbar con destreza mediante el clima de tensión e incertidumbre que generan. A veces lo peor no es la enfermedad, sino el remedio.