Plaza Paris

Crítica de Catalina Dlugi - El portal de Catalina

Una muy interesante película de la reconocida directora Lucía Murat. En ella trata la relación particular entre una psicóloga portuguesa, que debe terminar su maestría con una investigación, que atiende en el marco de la universidad, a una ascensorista, que vive en una favela y que ha padecido terribles abusos. Y aquí no solo se da el fenómeno de la transferencia en la teoría psicoanalítica, donde se vuelve al origen de terribles situaciones, sino  a lo conocido como una contratransferencia, es decir los sentimientos que se instalan en el terapeuta por influjo del paciente. Los miedos, deseos, traumas que ocupan el centro de la escena y que le permiten a la directora deconstruir un tema tan actual como difícil, el de la violencia en nuestro tiempo. Según las palabras de la realizadora su trabajo es sobre el miedo y la paranoia, sobre todo el miedo al otro si es fácilmente identificable como una persona de bajos recursos, algo detectable en la sociedad de Brasil. Pero fácilmente  generalizado en la sociedad contemporánea. Y ese miedo generado por las  redes, por lo que le ocurre a los otros, los narcos, los pobres, el mundo de las favelas y que solo de vez en cuando llega hasta la clase media mas lejana, provoca un temor que engendra todavía más injusticia y más violencia. Y transforma a una profesional sensible y solidaria en un ser aterrado e irracional. Lo que se refleja en la película esta basado en casos reales, pero es el punto de partida de una seria reflexión, filmada con crudeza, brío, profundidad y densidad sobre un tema al que nadie se permite la indiferencia. Con grandes actores, ideas claras, y una ambientación por momentos tan realista que parece recién sacada de un noticiero diario.