Pina

Crítica de Pablo Planovsky - El Ojo Dorado

Filmar sobre danza

Thelonious Monk decía que escribir sobre música era como bailar sobre arquitectura. Algo así se siente al intentar abordar la nueva y ambiciosa obra que Wim Wenders, el director de París, Texas, planeó junto a Pina Bausch. Es un proyecto que nació en la década de 1980 y recién se materializó en este 2011. Entre medio muchas cosas han cambiado y todo el documental estuvo a punto de quedar en la nada cuando la famosa coreógrafa falleció en el 2009. Pero la tristeza por la pérdida de una de las más grandes bailarinas de la danza contemporánea se convirtió en una celebración: a un estilo, a una estética, y a una forma de ver la vida y el arte.
Sin seguir los lineamientos estrictos de un documental, Wenders realiza, junto a la compañía de danza Tanztheater Wuppertal, un homenaje a Pina. Su carrera a través de Café Müller, Le sacre du Printemps, y Vollmond -con un escenario lleno de agua-, entre otros, es especialmente conmovedora. Uno puede no "entender" de danza contemporánea, pero difícilmente salga impávido ante la belleza de los movimientos de los bailarines, acompañados por sus propios recuerdos de la Maestra (aunque algunos de estos testimonios, con voz en off y dirigidos al espectador, interrumpan la danza).
Wim Wenders quiere que esta sea una experiencia totalmente inmersiva: que el espectador se sienta atraído por estas imágenes tan bonitas. Así lo logra: combina el material de manera que resulte conmovedor, pero principalmente alegre y cómico. No hay tristeza en esta película: solo el regocijo por disfrutar el legado de una artista. Se entiende así la utilización del 3D que desde Avatar (de James Cameron) hasta ahora, es de lo mejor que se ha visto en el cine. No es casualidad que ambos directores filmaran sus respectivos películas con las cámaras Real 3D. Es fundamental que no sea un trabajo de producción y que Wenders entienda que el 3D está pensado en un plano bidimensional. Borrando las fronteras de cine comercial y cine de autor, esta es una película que puede ser disfrutada por cualquiera, aún cuando le resulte complicado expresar por qué le gustó lo que le gustó.