Pina

Crítica de Fernando Alvarez - Todo lo ve

Un viaje revelador y sensual

Pina es un largometraje filmado en 3D que cuenta con la participación del elenco del Tanztheater Wuppertal Pina Bausch, representante del arte de la gran coreógrafa alemana fallecida en 2009. Pina es un homenaje de Wim Wenders (Las alas del deseo) para ella.

El director juega con el "teatro dentro del cine" y transporta al espectador a un mundo de sensaciones a través de un trabajo que deslumbra por la belleza de sus imágenes.

La acción transcurre en el escenario y sigue los pasos de los bailarines que emprenden su marcha a modo de recuerdo en Wuppertal, el lugar en donde Pina Bausch desarrolló su carrera y vivó por más de treinta años.

La cámara de Wenders se deleita con cada paso, con cada movimiento y pone el acento en el testimonio de los bailarines, que recuerdan frases de la coreógrafa, cuya imágen aparece reiteradas veces en pantalla.

Pina no es un film para cualquier espectador. El secreto es dejarse cautivar por cada uno de los fotogramas que están potenciados por la profundidad de campo que posibilita el 3D. Cada imágen cobran una dimensión dramática que está multiplicada y acentuada por los movimientos frenéticos del elenco.

La variada nacionalidad de sus integrantes, las escenas realizadas en exteriores y los maravillosos fundidos con lo que ocurre en el interior del teatro convierten a Pina en una experiencia difícil de transmitir. También es cierto que cada espectador deberá correr el riesgo porque no es una película (como todo el cine de Wenders) pensada para multitudes.