Las travesuras de Peter Rabbit

Crítica de Diego Curubeto - Ámbito Financiero

Según los libros de Beatrix Potter, Peter Rabbit es un conejo que anda vestido con una camperita todos los animales de esta historia tienen alguna prenda de vestir- y vive obsesionado por robar, junto a toda su familia, las verduras de la huerta del viejo McGregor muy cerca de su madriguera. Luego de enloquecer casi por completo a McGregor, interpretado pro Sam Neill, el hombre tiene un patatús y la propiedad es heredada pro su sobrino (Domhnall Glesson), el empleado mas obsesivo e insoportable de Harrods que ahora tendrá que vérselas con los conejos liderados por Peter.

Hay algo que no se puede discutir con respecto a esta película familiar, y es la calidad de la animación. Los personajes animales tienen rasgos realistas excelentes y sus movimientos están logrados, al igual que sus características antropomórficas típicas de los dibujos animados. Otro aspecto notable es la perfecta integración entre los seres humanos y las criaturas animadas, que tienen una realización formidable en lo técnico. También hay buenos gags que, lamentablemente, se desdibujan a medida que avanza la película por una trama no demasiado interesante sobre las distracciones que provoca Peter en el joven McGregor, quien intenta poner una tienda de juguetes.