Personas que no son yo

Crítica de Paraná Sendrós - Ámbito Financiero

Pequeño film sentimental que premió Mar del Plata

Dos cosas suenan raro: el título "Personas que no son yo", porque lo habitual es decir "como yo", y que este film haya ganado el primer premio del pasado Festival de Mar del Plata, desbancando a "Moonlight", que después ganó el Oscar, y a la rusa "Paraíso". Aún se recuerda la perplejidad del público y de la propia directora, que subió al escenario preguntando "¿qué me gané? ¿están seguros?"

Y es que se trata de una película chiquita, de mediana factura, sin pretensiones, escrita, producida, dirigida e interpretada por una debutante, Hadas Ben Aroya, que cuenta simplemente los vaivenes sentimentales y sexuales de una chica, vaivenes que siempre se interrumpen por mero aburrimiento de ella o de sus partenaires. Pero acaso la obra tiene un mérito, y un encanto. El mérito es haber pintado con bastante franqueza una juventud muy libre para todo, salvo para entenderse y comprometerse afectivamente. El encanto, es la carita ansiosa de la protagonista, su gesto de estirar los brazos y el cuerpo entero con una sonrisa resuelta hacia algún muchacho. Lástima que sea tan pesada y elija siempre al que no la quiere o no sabe quererla. Y eso es todo, con un final destacado y una duración que se agradece: 77 minutos.