Perdida

Crítica de Alexis Puig - Infobae

Una oportunidad "Perdida"

La película nacional con Luisana Lopilato, encara un género poco visitado por el cine vernáculo, pero las flojas actuaciones y un guion desparejo la hacen naufragar

Pipa es una joven policía que trabaja en el departamento de trata de personas de la policía federal. Hace catorce años, la desaparición de su mejor amiga Cornelia en un viaje de estudios, la marcó a fuego. Ahora algunos elementos del pasado vuelven a su vida para atormentarla y empujarla a investigar qué fue lo que ocurrió con la chica desaparecida.

Basado en una novela de la periodista Florencia Etcheves, Perdida es un relato que se enmarca dentro del thriller de suspenso, un género poco frecuente en nuestra filmografía, con mucha aceptación entre los concurrentes a las salas. Lamentablemente, el guion, plagado de diálogos imposibles, personajes secundarios poco desarrollados y vueltas de tuercas inverosímiles no ayudan al clima de tensión e intriga que la trama necesita para funcionar.

El director Alejandro Montiel cumple en los apartados técnicos, dotando al filme de una estética en tonos fríos y una paleta de colores en la gama de los azules (gentileza del fotógrafo Guillermo Nieto) que transmiten el clima opresivo que se espera de un tema tan sórdido como este. Sin embargo, falla en la dirección de actores, pieza fundamental para la credibilidad de la obra. El elenco recita sus diálogos en un tono declamativo, "tirando texto" más que componiendo.

Luisana Lopilato logra un gran trabajo físico, destacándose en las escenas de acción, pero luce afectada en los momentos dramáticos. Los únicos puntos altos en el rubro actoral se lo reservan Oriana Sabatini, como una hacker (eso sí, demasiado inspirada en Lisbeth Salander); y la española Amaia Salamanca, que hace gala de su oficio para salir bien parada.

Para que un filme de suspenso mantenga al espectador atento y al filo de la butaca es necesario desarrollar la intriga el máximo tiempo posible, algo que aquí no sucede, rápidamente descubrimos quién es quién y los giros argumentales están lejos de ser sorpresivos. Perdida era una buena oportunidad para demostrar que en nuestro país el cine de género es posible… habrá que esperar otra película y no perder las esperanzas.