Pepo: la última oportunidad

Crítica de Adolfo C. Martinez - La Nación

Rubén Darío Castiñeiras, a quien llaman Pepo, cumple su último año en prisión. Le quedan pocos días para salir en libertad, asegura estar recuperado de sus adicciones y se ilusiona con un regreso triunfal al mundo de la cumbia. Para ello deberá apoyarse en su familia para no desandar el camino, que contiene la promesa de una existencia diferente. En torno de este entramado, el director Juan Irigoyen logra, con escenas que van de lo cálido a lo humorístico, muestra a un personaje simple que deberá luchar para borrar su pasado e inscribirse en una nueva forma de vida.