Pájaros volando

Crítica de Miguel Frías - Clarín

Personajes en viaje alucinado

Sátira, con Diego Capusotto, que mezcla hippismo y futurismo.

La adoración a Diego Capusotto, la justa adoración a Diego Capusotto, será un arma de doble filo para Pájaros volando . Por un lado, funcionará como imán, como gancho; por otro, forzará una comparación -tal vez injusta- con el imbatible programa Peter Capusotto y sus videos . Pero la nueva película de Néstor Montalbano, quien ya dirigió a la dupla Capusotto-Luis Luque en el filme Soy tu aventura , y brilló al frente de Cha, cha, cha , Todo por dos pesos y De la cabeza en TV, tiene méritos y lagunas propias. Y un resultado disfrutable, pese a los reparos. El libro es de Damián Dreizik.

Con el equipo mencionado, más un elenco ecléctico (desde el ex Titanes...)

Julio César, pasando por Miguel Zavaleta y Miguel Cantilo hasta Antonio Cafiero), la base de locura, irreverencia, bizarría y antiheroísmo está garantizada. El filme luce, además, un despliegue visual y una resolución técnica -la fotografía y la cámara son de Marcelo Iaccarino- notables para el cine nacional. La historia, en cambio, es irregular: por momentos, alcanza picos de delirio y humor; por otros, parece diluirse en los 110 minutos de película.

Claro que Capusotto y Luque, de notable manejo del absurdo, funcionan siempre (causan gracia siempre) en sus roles de “adolesdultos”. Verónica Llinás los acompaña muy bien, con un registro menos desmesurado. Juan Carlos Mesa, Osqui Guzmán y el propio Dreizik secundan al trío protagónico. Luego, una enorme lista de personajes -la mayoría de fulgor setentista y ochentista- desplegada en gags, a través de cameos que cooptan la atención y la distraen -de la trama- al mismo tiempo.

La película, una sátira en clave de ciencia ficción sobre el hippismo, o viceversa, es rockera en su temática y concepción. Capusotto y Luque interpretan a dos primos (José y Miguel) que, en el pasado remoto, tuvieron una banda apenas recordada por (algo así como) un hit: Pájaros volando . Ahora, José vive amargado con su padre y trabaja en una remisería. Hasta que deja Buenos Aires y viaja hacia Las Pircas, Córdoba, donde Miguel -que reemplazó las drogas por el misticismo- vive haciendo artesanías de extraterrestres. Ah, además jura que lo abdujeron seres de otro mundo, quienes, por efecto de la realidad o de las sustancias tóxicas, podrían ser percibidos más adelante como... ¡peronistas! En resumen: la esencia del Capusotto televisivo ronda este filme. Pero, a la vez, se recomienda no buscar a Peter Capusotto en la película. Los guiones brillantes -breves, condensados- y la variedad interpretativa del programa no son extrapolables a un largometraje. Mejor disfrutar de las virtudes de Pájaros...

Y del tema del mismo nombre -letra de Capusotto; música de Lebón- en vivo, con los protagonistas en voces, más los galácticos Héctor Starc, Rodolfo García, Willy Quiroga y Ciro Fogliatta.