Omar

Crítica de Alejandro Castañeda - El Día

SIN SALIDA

No hay salida nos dice a cada instante este film triste. La imponente empalizada que divide el territorio palestino en Cisjordania es una alegoría. Omar lo salta cada día para ver a su amada. Pero del otro lado tampoco está el cielo: el hermano de Nadia lo obliga sumarse a la resistencia y Omar no se anima contarle que ama a Nadia, porque el machismo por esos lados se hace sentir. Hay un atentado, Omar cae en manos de las fuerzas israelíes y tiene por delante dos opciones: o colabora dándole información al enemigo o quedará preso para siempre, sin Nadia y sin vida. Thriller, melodrama, suspenso, testimonio, todo se da cita en un film que no termina de convencer, sobre todo al final, cuando el folletín se mete en el medio de este drama de conciencia. ¿En quién creer? Nadie es leal del todo cuando la supervivencia está en juego. No solo el amor está detrás de las empalizadas. Todos viven encerrados en un escenario donde la traición, el miedo y la amenaza son moneda corriente. No hay salidas. La verdad se pierde en las callejuelas angostas de una ciudad donde todos huyen. ¿Omar los delató? ¿Si o no? ¿Nadia lo amaba? Las dudas y la incertidumbre son parte de un escenario donde la violencia no deja ver más allá de las empalizadas.