Olmedo: el rey de la risa

Crítica de Ricardo Ottone - Subjetiva

“Olmedo: El rey de la risa”, de Mariano Olmedo
Por Ricardo Ottone

A poco de arrancado este documental dedicado a la figura de Alberto Olmedo, su director Mariano Olmedo (hijo del popular cómico) se presenta en cámara hablando directamente al público y declara desde un principio que lo que vamos a ver es su punto de vista acerca de su padre. Con este movimiento da cuenta de las intenciones del film pero, en cierta manera, también de sus límites.

Olmedo, el hijo y realizador, estructura la historia utilizando como eje una entrevista ficticia que le realiza una periodista interpretada por Marcela Baños acerca de la realización del mismo film que supuestamente está en preproducción. Esto le permite ponerse a sí mismo como el narrador que va contestando las preguntas y así va haciendo un seguimiento mayormente cronológico de la vida de Alberto Olmedo. Hay uso de archivo y entrevistas en lo que hace a su época ya como artista consagrado mientras que su infancia y juventud en los 40 y 50 en Rosario se recrean por medio de dramatizaciones (con Juan Orol como el joven Olmedo) e incluyen también sus primeros pasos en el espectáculo y alguna anécdotas más específicas de su vida posterior. Un formato que aproxima a la película más al documental televisivo que al cinematográfico.

El hecho de que el film está dirigido por el propio hijo del cómico da la pauta de que su intención va a ser celebratoria. Esto no tiene porque necesariamente ser así, pero efectivamente es lo que sucede y el propio realizador no lo esconde. Se trata de un homenaje del que también participan el resto de los hijos, artistas que lo conocieron en el plano personal y profesional (Moria Casán, Palito Ortega) y algunos actores/cómicos actuales que hablan de su influencia (Diego Capusotto, Guillermo Francella, Dady Brieva). No hay un acercamiento más profundo al personaje, no se muestran grises en su vida ni se exploran sus conflictos. El tema de su muerte, cuyas circunstancias nunca fueron del todo claras, es apenas mencionado. Tampoco hay un intento de diseccionar su estilo y las características de su humor por parte de los actores mencionados, que siguen la tónica celebratoria pero, salvo levemente por Brieva, no hay un intento de ver que es lo que convirtió a Olmedo en un artista tan fascinante.

El archivo que acompaña el relato está en parte compuesto por fragmentos de sus películas o algún hallazgo como una antigua entrevista de 1960. El material televisivo más antiguo está ausente y esto se debe a la nula conciencia de preservación del archivo de televisión en el país que dio como resultado que la mayoría esté fatalmente pedido. Gran parte de los que se ve entonces en el documental son fragmentos de sus programas de los años 80. Esto muestra sin embargo un hecho notable, y es que la visión de este material sigue siendo disfrutable, entretenida y hasta desopilante, aun cuando está mucho más visto y es más fácilmente recordado. Y esto es algo que debe no solo a la nostalgia sino que tiene que ver con el carisma y el talento de un artista que brillaba independientemente de los guiones, los cuales muchas veces eran olímpicamente ignorados. Tanto así que los mejores momentos suelen ser aquellos en que se sale del libreto y se abandona a la absoluta improvisación. Treinta años después, esa magia parece intacta.

Mariano Olmedo declaró que este film era algo así como una cuenta pendiente con la memoria de su padre, la última materia “para dejarlo descansar en paz”. Un objetivo así es algo absolutamente personal y si a ese nivel la película cumplió su objetivo es algo que solo su realizador puede saber. En lo que hace al film en sí, sus ambiciones y logros formales son limitados, su visón es amena y amable pero no aporta más de lo que ya se conoce y rasca apenas la superficie de un personaje que tiene muchas más aristas para explorar.

OLMEDO: EL REY DE LA RISA
Olmedo: El rey de la risa. Argentina, 2018.
Dirección: Mariano Olmedo. Intérpretes: Marcela Baños, Juan Orol, Vitto Marchessi, Marcelo Mininno, Sabrina Olmedo. Testimonios: Dady Brieva, Diego Capusotto, Moria Casán, Guillermo Francella, Alberto Olmedo (h), Javier Olmedo, Marcelo Olmedo, Mariano Olmedo, Sabrina Olmedo, Palito Ortega. Guión: Mariano Olmedo. Fotografía: Flavio Dragoset. Música: Pablo Sala, Mariano Olmedo, Humberto Ortiz. Edición: Ezequiel Scarpini. Producción: Mariano Olmedo, Guillermo Roig. Producción Ejecutiva: Jorge Zelasco. Duración: 81 minutos.