Oculus

Crítica de Rolando Gallego - Lúdico y memorioso

La historia atrapada en el Espejo

En el constante ir y venir de “Oculus”(USA, 2014), de Mike Flanagan, no sólo está el intento de abarcar todas las modalidades que en los últimos tiempos atraviesan los filmes de género (video, footage, etc.), sino que, además, se explota la posibilidad de recuperar un tempo de la narración laxo por sobre el horror sorpresivo (aquel que se basa en los sobresaltos generados por la colocación de cierto elemento extra argumental) e incorporando la investigación policial a la trama.

Dos hermanos, Kaylie y Tim (Karen Gillan y Brenton Thwaites), se reencontrarán luego de la salida del muchacho de un centro de atención psiquiátrica.

Entre ambos hay una historia pasada que, en el caso de Tim, ha sido procesada a base de terapia y pastillas, pero en el de Kaylie aún está latente y la amenaza.

De niños vivieron una tragedia disparada a partir de un misterioso espejo, el que será recuperado por Kaylie para completar, a través de un proceso de exposición al mismo, esa parte de la historia que aún sigue borrosa.

Flanagan a través de sugestivas imágenes, y un entramado de índices que aludirán al espejo (deshidratación de las plantas y personas, alucinaciones, etc.) generará el ritmo necesario para que la tensión vaya in crescendo a la par de la intriga en el espectador.

Si bien en el rubro actoral los jóvenes intérpretes no están a la altura de las circunstancias, el elenco infantil y los actores que componen a los padres de los niños ( Katee Sackhoff y Rory Cochrane) aportan la calidad a la cinta.

“Oculus” no asusta, pero si tensiona, y mucho, con esos viajes en el tiempo y la convivencia de los personajes adultos y de niños, hasta la resolución final.
Interesante propuesta.

PUNTAJE: 6/10