Noche de juegos

Crítica de Rodrigo Chavero - El Espectador Avezado

Es difícil trabajar la fusión de géneros, cuando se intenta crear algo original. La alquimia para hacer que funcione un film con dosis similares de suspenso, acción, terror, intriga y romande... es complicada. En muy pocas ocasiones ha resultado y es por eso que cuando vez el afiche de "Game night", sospechás. Tu otro yo (ese que te habla cuando menos lo esperás), te dice: "¿funcionará?".
Y desde este lugar, porque hacemos un servicio noble, les decimos (a vos y a tu otro yo): "sí, funciona".
No me pidas que te de mucho fundamento de cómo se estructura, pero sí puedo decirte que "Game night" es una peli divertida, liviana, veloz, llena de giros inesperados que quizás no te impacten de lleno, pero seguro justifican el precio de tu entrada (lo que en estos días, no es poco).
Detrás de las cámaras contamos con John Francis Daley y Jonathan Goldstein, quienes hicieron hace un tiempo la nueva versión de "Vacation" y saben como exhibir situaciones escatológicas, bizarras y orginales. No es que su arte sea particularmente superlativo, pero son buenos artesanos de la industria.
Hacen lo suyo y tratan de que la pases bien. Y en general, lo logran. El argumento de "Noche de juegos" es simple. Una pareja copada (Rachel McAdams -siempre un faro donde esté- y Jason Bateman), una reunión de amigos aficionados al juego, un hermano que regresa y propone una invitación sospechosa y luego, lo que aparenta ser un típico encuentro donde parejas amigas descargan sus ansiedades a través de lo lúdico, termina en otro escenario. No digamos explosivo, pero casi.
Aquí no podemos decirte que es cierto y que no.
Tampoco anticiparemos si toda la confusión que se da a partir del presunto secuestro está pensada de antemano o va sucediendo a medida que los protagonistas impulsan caminos. Sí te digo que "Game night" de a ratos parece una montaña rusa, acelera y se vuelve violenta, delirante y atractiva.
No es nada especial, pero Rachel McAdemas está en su mejor momento como actriz y su carisma compensa las limitaciones actorales de Bateman, quien hace lo que hace siempre: el tipo despistado, bueno pero que nunca da con la nota necesaria para avanzar en la vida. Hay un par de conflictos que aparecen (lo familiar, la búsqueda del hijo, las desaveniencias entre los protagonistas) pero siempre están subordinados al ritmo trepidante que la aventura propone. Complementa, pero lo importante es resolver el secuestro. Si es que realmente lo es.
El resto del elenco está bien, ofreciendo una atmósfera divertida, de sábado por la noche intenso, que el espectador sabrá agradecer. Si buscan entretenimiento directo y simple, "Noche de juegos" cumple con creces. Parece una hermana menor de "The Hangover" y se siente muy cerca de "Date night" y la clásica ochentosa "After hours", sin dudas.
Es una cinta desestructurada y fresca y si bien no siempre acierta la dirección, nunca renuncia a generar situaciones donde la sonrisa esté presente. Eso suma, más, cuando comedias no abundan en cartelera en estos tiempos.