No toques dos veces

Crítica de Matías Orta - A Sala Llena

Las leyendas urbanas brindan un estupendo material para una película de terror. Hasta ahora, la que más aprovecho una premisa de ese estilo es Candyman: El Dominio de la Mente (Candyman, 1992), basada en un cuento de Clive Barker. Justamente de Inglaterra, la patria de Barker, proviene No Toques Dos Veces (Don’t Knock Twice, 2016).

Jess (Katee Sackhoff), una exitosa escultora con pasado repleto de adicciones, recupera la tenencia de hija adolescente, Chloe (Lucy Boynton), quien fuera criada en un centro para menores. Pero Chloe viene de tener una experiencia cercana con una oscura leyenda. Quien golpee dos veces a la puerta de Mary Aminov, una supuesta bruja que secuestra niños, está condenado a desparecer. Jess y su hija pronto descubrirán que ese cuento de medianoche es real y que el espectro las acecha con intenciones aun más tenebrosas.

En esencia, la película es un correcto drama entre una madre y su hija: el reencuentro de ambas, la reconstrucción de la confianza, el cariño, el resentimiento… Todo esto, contado como una de terror que tampoco se sale demasiado de la norma. De todos modos, el director Caradog W. James sabe crear climas pesadillezcos -los puntos más altos del film- y proporciona sustos tan efectistas como efectivos.

La labor de Sackhoff y Boynton -la y inolvidable chica de Sing Street (2016)- es buena, pero quien merece una mención especial es Javier Botet. Este actor e ilustrador español padece el Síndrome de Marfan, motivo por el que luce brazos y dedos largos, además de medir dos metros. Sin embargo, como Rondo Hatton y su acromegalia décadas atrás, le sacó provecho a su problema físico y suele encarnar a monstruos de aspecto quebradizo pero aterrador: fue la Niña Medeiros en la saga de REC, el personaje del título en Mamá (Mama, 2013), uno de los demonios de El Conjuro 2 (The Conjuring 2, 2016) y una de las criaturas de Alien: Covenant (2017). Gracias a Botet y los maquillajes que lo recubren y la manera en que se lo filma, los procedimientos artesanales siguen dando más miedo que cualquier truco digital.

No Toques Dos Veces pertenece a la nueva camada de películas de terror inglesas, con nombres como Mike Flanagan entre los exponentes destacados. Films con elementos interesantes, aunque lo mejor de esta camada todavía está por venir. Mientras tanto, tengan cuidado si escuchan que tocan dos veces a la puerta… y, por si acaso, tampoco toquen dos veces a puertas ajenas.