Mimic: No sigas las voces

Crítica de Leonardo M. D’Espósito - Revista Noticias

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El afiche menciona “Mimic”, aquella película de terror de Guillermo del Toro de los últimos noventa, pero no tiene nada (nada) que ver. Aquí hay tres elementos: una mujer que ha perdido a su hijo, una niña extraviada y extraña, y un mito: la existencia de una criatura fabulosa que devora personas y las atrae imitando las voces humanas. Con esos tres elementos se construye un film de suspenso sostenido que lidia constantemente con la angustia de la pérdida más que con la aparición extemporánea de la truculencia. Lo más interesante es la combinación entre el drama personal y el surgimiento de lo fantástico, lo desconocido, que encarna los miedos y las obsesiones de los personajes. Esa combinación que no deja de lado a los personajes es lo que permite que, sin dejar de ser un buen ejemplo de cine de género, funcione también como melodrama, cree un puente entre la emoción y el escalofrío y sintentice ambas cosas. Es cierto que el guión tiene sus puntos flojos, pero el ambiente y el clima suplen esa falencia.