No mires

Crítica de Catalina Dlugi - El portal de Catalina

En el panorama de películas de terror clase “b” que nos inundan, este film del director y guionista Assaf Bernstein (“Fauda” de Netflix), si bien recurre a situaciones conocidas del género y no sorprende, tiene una muy buena realización, unas cuantas escenas bien logradas, y si bien no pasará a la posteridad, resulta inquietante y entretiene. La historia de una adolescente bellísima, pero a pesar de eso insegura, hace que sufra toda clase de bullying en su escuela y tenga solo una amiga por conveniencia, que en momentos de necesidad se borra o directamente la agrede. La mirada del cine norteamericano sobre los colegios secundarios, aún en los delirios de humor, es siempre sencillamente siniestra. Como una “Carrie” revisitada, si bien su madre no es una fanática religiosa tiene una que vive en el limbo del alcohol y el engaño, mas un padre cirujano plástico perfeccionista y al menos abusador emocional despiadado. Con ese panorama y un datito perdido que no se profundiza, ella es la sobreviviente de un embarazo de gemelas, llora siempre frente al espejo del baño hasta que aparece su alter ego, definitivamente segura y vengativa que deja tras el cristal a la tímida enjaulada. Y sin ningún poder especial, ahí nomás comienza la sangrienta venganza, donde adivinamos fácil que no se salva nadie. India Eisley es la protagonista que resuelve muy bien sus dos personalidades, se sienten realmente distintas. Mira Sorvino no tiene posibilidades de lucimiento y Jason Isaacs da en la tecla. La fotografía, los climas sombríos, las escenas de persecuciones, el suspenso están presentes y se agradecen considerando las bazofias habituales en nombre del cine de terror.