Nadando por un sueño

Crítica de Susana Salerno - Impacto24

Con algunas modificaciones es una historia real que sucedió en Suecia y cuenta las alternativas de un equipo de natación sincronizada. Narra los momentos que viven un grupo de hombres de mediana edad que se encuentran en crisis y a través del cual vamos viendo las dificultades de cada uno de ellos, los fracasos que tuvieron en sus actividades o los problemas afectivos que acarrean, o de depresión, entre otros conflictos.

Observamos como sus vidas cambian cuando el encuentro casual de una noche los lleva a seguir un curso de natación sincronizada. Por un lado esta Bertrand (Mathieu Amalric) desempleado y que desayuna antidepresivos; Laurent (Guillaume Canet) que todo lo quiere ver perfecto de lo contrario se pone histérico y lo terminan abandonando; Marcus (Benoît Poelvoorde), un empresario con problemas; Simon (Jean-Hugues Anglade ) que vive en un tráiler, no se lleva bien con su hija adolescente y quiere ser músico de rock, y también está Thierry (Philippe Katerine ) un empleado tímido y temeroso de la piscina municipal. Tambien están Basile (Alban Ivanov) y Avanish (Balasingham Thamilchelvan) y al equipo lo ayuda Delphine (Virginie Efira), ex campeón de natación sincronizada, que tuvo algunos problemas en el pasado. Por momentos tiene cierta similitud a la comedia inglesa «Todo o nada» su título original “Full Monty” (1997).

La cinta es previsible pero hay que destacar las buenas interpretaciones de estos siete actores hombres que merecen ser mencionados cada uno de ellos y el buen personaje de Amanda (Leila Behkti), la entrenadora del equipo, esta genial, entre otros. Toca temas muy interesantes relacionados con: alcoholismo, maltrato, enfrentar los miedos, rencor entre familiares, entre otras cuestiones. Es una clásica comedia francesa; divertida, reflexiva, con un toque de esperanza y buenos mensajes.