Música, amigos y fiesta

Crítica de Martín Pérez - DiarioShow

Mucho más que música electrónica

"Música, amigos y fiesta" cuenta la historia de Cole, un chico que conoce al malintencionado DJ James que lo toma bajo su tutela. A medida que su amistad se afianza, el joven se enamora de su novia y las cosas se complican. Si bien en apariencia nos enfrentamos a una historia superficial, de chicos lindos que quieren divertirse, el filme atraviesa diversos temas atinadamente.

Cole (Zac Efron) es un dj sin suerte, con talento pero un potencial demasiado escondido. Él y sus amigos son unos chicos que quieren salir del eterno letargo del olvido, de ser nadies, a fuerza de fiestas con poca concurrencia, insistiendo en el error una y otra vez sin lograr mejores resultados.

Son parias, y conscientes de ello, viven el traspaso a la madurez como eso que no quieren dejar de ser pero sabiendo que no llegarán lejos arraigados a ese estilo de vida. En una noche de trabajo, cuyo pago son tragos gratis, Cole conoce a James, un afamado dj que nota su energía y lo toma como protegido. A medida que su amistad se afianza, el joven, artero, se enamora de su novia y se olvida de sus amigos. No pasará mucho hasta que las mentiras y las traiciones se destapen.

Si bien en apariencia nos enfrentamos a una historia superficial, de chicos lindos que quieren divertirse, el filme atraviesa diversos temas atinadamente. Ponerle cuerpo y alma a la música electrónica -hobby que a medida que pasan los minutos se transforma en obsesión para el protagonista- simbolizan, en carácter transitivo, humanizar y empatizar con problemáticas menores para el resto del mundo pero gigantes para la juventud (falta de futuro, miedo a la responsabilidad, reconocimiento de las aptitudes propias y las carencias). “Música amigos y fiesta”, pésima traducción de título, sorprende en la trama y en el resultado, siendo mucho, muchísimo más que “Música amigos y fiesta”.