Moana: Un mar de aventuras

Crítica de Jonatan Lamas - Citricón

En una hermosa isla rodeada por el mar, vive una tribu que se estableció allí hace mas de 2000 años. Ese es el hogar de Moana, una joven de 16 años, única hija del líder de la tribu. Moana, motivada por las leyendas que le contaba su abuela, está decidida a explorar que es lo que hay mas allá de su hogar. Su oportunidad de aventurarse llegará cuando su tribu comienza a sufrir consecuencias naturales que afectan toda la isla; tomará un pequeño bote y junto con su despistada gallina cruzará el mar en busca del semidiós Maui, quien es el único que puede ayudar a evitar un mal mayor a la tribu.

Disney nos presenta a su nueva princesa, se puede decir que Moana es la más arriesgada de todas, la que está lista para aventurarse y enfrentar los riesgos que se topen en su camino, todo eso por el bienestar de los suyos. Su viaje no será fácil, se enfrenará a extrañas criaturas.

John Musker y Ron Clements, este dúo de directores no son ningunos novatos dentro del género animado, ya trajeron clásicos como “La Sirenita”, “Hércules” o “Aladdin” y son los responsables ahora de “Moana: Un Mar de Aventuras”, una apuesta atractiva de Disney a modo de musical siguiendo la línea de “Frozen: Una Aventura Congelada”.

La película es cautivadora, llegando a tal punto que parece que estamos en ella, los paisajes verdes de la isla y el gran mar también son los protagonistas.Al ser un musical no podemos evitar salir de la sala sin tararear alguna de las canciones de la película.Las voces corren a cargo de Aulii Cravalho como Moana y Dwayne Johnson como el semidiós Maui.

Previo a la película se proyecta un corto titulado “Inner Workings” que hace reflexionar bastante contando la vida de Paul y como su rutina laboral lo aleja de algunos gustos personales como por ejemplo: salir a caminar por el mar, enamorarse de una chica entre otras cosas y ahí entra en juego el cómo su cuerpo le exige el cambiar la rutina por algo un poco más alegre, la trama es muy similar a “Intensamente”.

Lo bueno: la parte visual muy bien lograda, la música que gustará a chicos y grandes,

Lo malo: Puede caer en chiches tipos de una animada típica de Disney.