Mi último fracaso

Crítica de Alejandra Portela - Leedor.com

Qué bueno que es este documental de Cecilia Kang que se estrena este sábado en el MALBA. Un retrato íntimo, por eso en gran parte observacional, de las mujeres importantes en la vida de esta joven argentina, de familia coreana que construye este mundo desde una pregunta por lo colectivo pero que parte de una pregunta por lo individual.

De entrada, llama la atención que en Mi ultimo fracaso (el título viene a cuento por el bolero del trío Los Panchos: mi ultimo fracaso / no podré / querer a nadie mas,) no hay solitarios, hay mucha gente siempre. Comen, pintan, se reúnen, hablan dentro de un auto, bailan, se sacan fotos en un cementerio, forman parte de un mundo cotidiano, transplantado en otro pero de una cultura distinta. Hablan de sus amores, de la identidad, de los cruces raciales, del machismo, del matrimonio.

Se trata de un retrato comunitario pero a la vez hay en Mi ultimo fracaso una latencia en torno a lo personal, un merodeo, algo de intensidad adolescente y de frescura espontánea. No hay preferencia por el plano fijo ni por la cámara movediza. Ambos recursos conviven sanamente para que estas mujeres coreanas que enfrentan la vida, algunas solas, otras en la comodidad del matrimonio, otras desde su visión crítica, sean narradas por Kang a través de historias que irrumpen, que no son despuntadas del todo y que apenas terminan de cerrar. Pero ahí está lo interesante para hablar de la diversidad por un lado y de lo inconcluso por el otro. La pregunta de lo inconcluso de la identidad que se rearma todo el tiempo.

En 2005 se había estrenado en BAFICI una película Do U Cry 4 Me Argentina? que ficcionaba distintas historias de coreanos migrantes de principios de los años 90, que nunca llegó a sala comercial.

Esta película de Kang egresada de la E.N.E.R.C y becada en el “Lab de Cine”, que estudió con Martín Rejtman y Andrés Di Tella, con Harun Farocki y Antje Ehman, y que tiene un corto especial que se llama Videojuegos que participó en más de treinta festivales alrededor del mundo, viene a sumarse a la importante lista de films sobre colectividades que el cine argentino viene produciendo desde hace por los menos 10 años.

Estreno: 7 de enero