Mi primera boda

Crítica de Carlos Folias - Puesta en escena

Cuando te ríes el mundo es más feliz

Parafraseando al tema musical, “When You're Smiling” (“Cuando Ríes” - Larry Shay, Mark Fisher y Joe Goodwin), podemos afirmar que “cuando te ríes el mundo es más feliz” y en este sentido la película de Ariel Winograd es coherente porque logra por un rato espectadores más felices tal como expresa el leiv motiv de la película.
“Mi primera boda es la historia del casamiento de Leonora (Natalia Oreiro) y Adrián (Daniel Hendler). Una fiesta clásica, con vestido impecable, torta de cuatro pisos y en un lugar soñado. Hasta que Adrián comete un pequeño error que decide ocultar a su novia para evitar problemas. Pero lejos de evitarlos, complica más las cosas poniendo en riesgo la fiesta y el futuro matrimonio de la pareja. Como en toda boda se suman accidentes, familia, caos, amigos, equivocaciones y la presencia obligada de quienes no deberían haber estado allí nunca – incluyendo a un antiguo amor de Leonora, Miguel Ángel (Imanol Arias).”  

Sobre la idea del propio Winograd, Patricio Vega (Los simuladores, Hermanos y detectives) escribió un guión que constituye una buena base para un excelente trabajo técnico, con relatos que estructuran la obra en las voces de sus protagonistas que por momentos hacen las veces de narradores de la historia y con interesantes y divertidos diálogos.

Al conflicto central de la pareja próxima a casarse (Leonora y Adrián), en convincentes trabajos actorales de Natalia Oreiro y Daniel Hendler, se le suman varias situaciones satélites de humor.

- Las que involucran al primo del novio, Fede (Martín Piroyansky) intentando ayudarlo al igual que los amigos (Clemente Cancela, Sebastián De Caro y Alan Sabbagh).

- La dupla del cura Patricio (Marcos Mundstock) y el rabino Mendl (Daniel Rabinovich) quienes intentarán llegar a tiempo para oficiar la ceremonia “mixta” de casamiento. Este fantástico dúo, cuyas cualidades humorísticas conocemos ampliamente de Les Luthiers, tiene a su cargo situaciones y diálogos muy cómicos estableciendo un abierto contrapunto católico-judío.

- El reencuentro en la fiesta de Leonora con su ex novio Miguel Ángel Bernardo (Imanol Arias) en donde no faltará un toque de inquietante seducción.

Un interesante casting en el que confluyen muchas figuras conocidas que más que desarrollar sus personajes están para aportar ciertos toques de color en diversos momentos de la fiesta. Tal es el caso de Gabriela Acher y Gino Renni (los padres del novio), Clemente Cancela, Sebastián De Caro y Alan Sabbagh (los amigos del novio), María Alché (novia del personaje de Imanol Arias), Pepe Soriano y Chela Cardalda (los abuelos del novio), Guillermina García Satur y Sofía Wilhelmi (amigos de la novia), Pochi Ducasse (tía abuela) y Luz Palazón que juega muy bien el rol de organizadora de la fiesta.

La presencia de Muriel Santa Ana, como amiga de la novia, es siempre bienvenida por la calidez que aporta a sus personajes (notable en Un Cuento Chino) pero más allá de alguna escena interesante con Oreiro, el guión no le asigna a su personaje elementos que le permitan un lucimiento mayor.    

Una mención especial para Solita Silveyra que aporta el encanto de su personalidad al rol de la madre de la novia, logrando con total naturalidad la fácil identificación con más de una madre o suegra propia o conocida.

Desde lo cinematográfico, no estamos frente a una película en la que se tomen demasiados riesgos. Ya desde el guión el desarrollo irá por carriles conocidos y esperables. El mérito del director pasa por contar con nobles elementos humanos y técnicos y combinarlos con talento. Buena locación, dirección de arte y vestuario. Excelente fotografía y música original, arreglos musicales, standards de jazz e interpretaciones que aportan en la construcción de los climas y al desarrollo de la narración en armonía con las imágenes.

Nos cuentan que el director dijo: “Queríamos una fotografía luminosa, queríamos poder ver la hora en el cine en todo momento. Las películas en las que la luz durante la proyección no alcanza para leer correctamente las agujas del reloj, no forman parte del género que queremos hacer.Todo el tiempo buscamos una comedia blanca y radiante, haciendo honor a la brillante novia que tenemos, y a todos los que la acompañan. Sabemos que el público lo va a agradecer”. Y es verdad, logró una comedia que el público con sonrisas agradece.