Mi mejor amigo

Crítica de Giuliana Bleeker - Loco x el Cine

El cine de temática LGBTIQcontinúa tomando cada vez más presencia tanto en festivales como en los circuitos comerciales y en esta ocasión llega a la taquilla un film argentino destinado al público adolescente. Sencilla, fresca y enternecedora, la ópera prima del platense Martín Deusse sumerge en aquellos complicados años del despertar sexual, donde las dudas, la incomodidad y los miedos se mezclan con los deseos de abrirse al mundo y comenzar a descubrir (se).

Mi Mejor Amigo narra la historia de Lorenzo (Angelo Mutti Spinetta), un joven estudiante secundario que vive con sus padres y su pequeño hermano en la Patagonia. “Lolo” posee una personalidad un tanto retraída, es muy responsable y un apasionado por la lectura y la música. Un día, sus padres (Moro Anghileri y Guillermo Pfening) le comunican la noticia de que el hijo adolescente de un viejo amigo de Buenos Aires se instalará un tiempo en el hogar, ya que su familia se encuentra sobrellevando un grave problema de salud. A pesar de sus diferencias, Lolo y el rebelde Caíto(Lautaro Rodríguez) comienzan a establecer un particular lazo de amistad que los lleva a aprender uno del otro y a confiarse sus secretos más profundos.

La cinta ganadora del Gran Premio Écran Junior en la 71ª edición del Festival Internacional de Cine de Cannes, nos invita a acompañar el crecimiento de una relación muy parecida al amor. La confianza y esa necesidad urgente de compartir lo que parece ser un eterno presente, resultan temas fundamentales para esta historia protagonizada por dos personajes muy disimiles, pero tan vulnerables y repletos de incertidumbres.

El joven Angelo Mutti Spinetta(Un Viaje a la Luna) plasma aquí toda su sensibilidad y simpleza, en un rol que parece hecho a su medida. En el caso de Lautaro Rodríguez, el actor de Acusada que fue descubierto por Deus, se luce como un joven versado con los códigos de la calle, que al fin y al cabo está buscando un lugar donde pertenecer. Ambos interpretes logran conectar ante la pantalla, generando la química necesaria entre miradas sutiles y silencios que expresan mucho más que lo que podrían decir los diálogos.

La fotografía representa, quizás, el aspecto más distintivo de este film, que se ve beneficiado gracias a la belleza de los bosques y lagos patagónicos de Santa Cruz. En cuanto al componente musical, las melodías de Bersuit terminan por crear el clima perfecto, entre la calma armonía y una angustia adolescente por no saber que es lo que vendrá.

Mi Mejor Amigo es un coming of age que juega con la ambigüedad entre el romance y la amistad, invitando al espectador a zambullirse en un viaje emocional y sobre todo humano, alejado de los encasillamientos  y cerca del autoconocimiento.