Máquinas Mortales

Crítica de Catalina Dlugi - El portal de Catalina

De antemano cuando uno sabe que en el proyecto esta Peter Jackson, con sus habituales colaboradores, la expectativa crece. Este realizador trabajo como guionista junto a Fran  Walsh y Philippa Boyens, que adaptaron la saga de Philip Reeve, y además es uno de los productores. Como director, Christian Rivers, que ha trabajado para Jackson en distintas rubros de los efectos especiales. La película se ubica con títulos en un futuro donde toda la tierra fue arrasada,  y ahora tiene ciudades- estado  móviles recorriendo territorios yermos. El comienzo donde una sintetizada y gigantesca Londres, se dedica a cazar ciudades pequeñas y literalmente digiere a una ciudad minera es sencillamente espectacular y promete lo que después no se cumple. Y finalmente uno comienza a rastrear cuanto de “homenaje” y “prestado” hay de “Mad Max”, “Star Wars”, “Brasil”, “Terminator”, “El castillo vagabundo”, “Transformers”  y puede ser divertido seguir y seguir con lista de ideas tomadas no tan impunemente. Básicamente es una historia post-apocalíptica con una transparente y elemental metáfora donde los poderosos se comen a los débiles. Pero también todo se toma del pasado,  y el trabajo creativo visual y de efectos especiales es realmente importante, pero pesado y lento. La acción no fluye, no hay protagonistas definidos o fuertes y el “maldito” de Hugo Weaving sobresale porque es un actor que sabe lo que hace, aunque su personaje no es de lo mejor diseñado. La historia reúne a una pareja joven interpretada por Hera Hilmar y Robert Sheehan con poca química, una aventurera que los rescata interpretada por la estrella coreana Jihae. Poco humor y la sensación que luego de un comienzo a toda orquesta todo se pincha. Será atractiva para adolescentes.