Los siete magnificos

Crítica de Hugo Fernando Sánchez - Subjetiva

REMAKE DE REMAKE: ESPECTACULARIDAD

Si la extraordinaria Los siete samurais de Akira Kurosawa (1954) fue el precedente de la efectiva Los siete magníficos de John Sturges (1960), la versión de Antoine Fuqua es aun más pobre, en donde el efectismo es el centro de un relato sin profundidad en donde el estruendo, la violencia y el exceso porque sí es la columna vertebral de la película. Eso si, sin complejos y con la seguridad de que así se debe contar un western en el presente.

Fuqua es un director irregular (El justiciero, Ataque a la Casa Blanca, Los amos de Brooklyn, Lágrimas del sol, Día de entrenamiento) pero el guión a cargo de Nic Pizzolato (el creador de la extraordinaria serie True Detective) alentaba alguna esperanza sobre Los siete magníficos. Pero si bien el Norte es el film de Sturges (de Kurosawa ni noticias), con la historia de un grupo de marginales reunidos para ayudar a los habitantes de Rose Creek, a punto de ser expulsados de su pueblo por el bárbaro empresario minero Bartholomew Bogue (Peter Sarsgaard), que necesita la expandir su negocio a las tierras que ocupa el caserío, el film apenas delinea a los personajes -cazadores de recompensas, jugadores y pistoleros a sueldo- apenas un prólogo descuidado antes de la batalla final, adonde Fuqua concentra toda su energía y su indudable buen pulso para la acción y la espectacularidad.

Podría afirmarse que Denzel Washington, Chris Pratt, Ethan Hawke, Vincent D’Onofrio, Byung-Hun Lee, Manuel García-Rulfo y Martin Sensmeier no están a la altura del elenco que los precedió hace más de cincuenta años -algunos de los legendarios pesos pesados de la industria de entonces eran Yul Brynner, Eli Wallach, Steve McQueen, Charles Bronson, James Coburn-, pero sería injusto, el problema es que todos y cada uno de los personajes carecen de carnadura, ese necesario perfil es apenas una excusa, una previa que expone con rutina que la vida no fue fácil para ninguno y para que claro, demuestren sus habilidades con algún tipo de arma, que luego van a usar a discreción cuando se enfrenten al ejército de mercenarios reclutados por el malvado Bartholomew Bogue.

Y no es que la puesta haya traicionado las reglas del género -con mucho menos se hicieron grandes películas-, es que Fuqua concibe a la remake como un espectáculo de entretenimiento y en ese espacio acotado tiene sus logros -Denzel Washington, Ethan Hawke y Vincent D’Onofrio hacen lo suyo y bien aunque podrían dar mucho más-, pero claro, el cine es mucho más que eso.

En ese sentido hay algunos cruces y homenajes logrados, en principio toda la película saquea el imaginario de Sergio Leone, el final con mítica banda de sonido de Elmer Bernstein y claro, esa ametralladora demoníaca que claramente remite a La pandilla salvaje de Sam Peckinpah.

Entonces al final de las dos horas y pico, el balance indica que no hay innovación, el camino elegido es el western clásico pero que supone la espectacularidad del presente, un maridaje forzado e innecesario.

LOS SIETE MAGNÍFICOS
The Magnificent Seven, Estados Unidos, 2016.
Dirección: Antoine Fuqua. Guión: Richard Wek, Nic Pizzolatto, según el guión de “Los siete samurais”, de Hideo Oguni, Shinobu Hashimoto. Fotografía: Mauro Fiore. Edición: John Refoua. Música: Simon Franglen, James Horner. Intérpretes: Denzel Washington, Chris Pratt, Ethan Hawke, Vincent D’Onofrio. Duración: 132 minutos.