Los siete magnificos

Crítica de Diego Curubeto - Ámbito Financiero

Triunfal reelaboración de un gran clásico de Kurosawa
• POR MOMENTOS, EL NUEVO WESTERN "LOS SIETE MAGNÍFICOS" SUPERA INCLUSO A LA VERSIÓN DE STURGES
Consciente de sus ilustres antecedentes (“Los siete samuráis” y el western de que aquí se llamó “Siete hombres y un destino”), el director Antoine introdujo originales vueltas de tuerca en la historia.

El nuevo "Los siete magníficos" es un western de pura cepa y a toda superacción que parte del detalle inteligente de dar vuelta los personajes: esta vez los pistoleros son un grupo de marginales multiétnico, incluyendo un negro, un chino, un montañés caza indios y un piel roja, mientras que los granjeros del pueblo que tienen que defender son blancos cultos y bastante cobardes, al punto de que una mujer es la que se anima a contratar pistoleros.Y el villano que se quiere quedar con el pueblo para arrasar la tierra buscando oro es todo un ejemplo del peor capitalismo salvaje.

El origen del film sigue siendo el superclásico de Kurosawa "Los siete samuráis", que no sólo dio lugar al extraordinario western de John Sturges "Siete hombres y un destino" ("The Magnificent Seven" le gustó tanto a Kurosawa que le mandó un sable samurai de regalo a Sturges), sino también a una producción de Roger Corman en el espacio, "Batalla más allá de las galaxias", y hasta a una parodia animada de Pixar, "Bichos". Pero, por supuesto, competir con un film de Kurosawa o con los actores de Sturges (su versión incluía a Yul Brynner, Steve McQueen, James Coburn, Charles Bronson, Robert Vaughn y Eli Walach) es una misión tan imposible como la de estos magníficos combatiendo a un ejército de cientos. Un buen director como Antoine Fuqua (el de "Día de entrenamiento" donde ya trabajó con Denzel Washington y Ethan Hawke) lo sabe perfectamente y por eso le dio distintas vueltas argumentales a la misma historia de antes.

Algunos de estos cambios funcionan muy bien, empezando por la presentación de los personajes y, sobre todo, la manera de plantear la lucha en el pueblo. En este sentido, casi se podría decir que Fuqua supera a Sturges, ya que los tiroteos son sorpresivos y también realmente intensos hasta lo apocalíptico. El director logra algo tan difícil como elevar la violencia a niveles impactantes, sin derivar en el gore de los westerns de Peckinpah, lo que alteraría el espíritu del asunto a contar.

Denzel Washington, una especie de Yul Brynner en negativo, hace muy bien un personaje que le da un móvil más realista al líder de los magníficos. Y si bien hay varios intérpretes bien elegidos, el que se luce es Vincent D'Onofrio como el montañés violento pero de buen corazón.

El score póstumo de James Horner tiene lindos pasajes musicales, pero no puede competir con el del film de Sturges compuesto por Elmer Bernstein, que de todos modos aparece en el momento justo.