Los buscadores

Crítica de Martín Chiavarino - Metacultura

Lo que dejó la historia

Los Buscadores (2017), el tercer largometraje de Juan Carlos Maneglia y Tana Schémbori, responsables de 7 Cajas (2012), film nominado y galardonado en festivales alrededor del mundo, es una comedia negra con toques grotescos y dramáticos sobre la búsqueda de un tesoro enterrado, basado en una leyenda centenaria paraguaya a partir de los sucesos de la Guerra de la Triple Alianza que enfrentó a Argentina, Brasil y Uruguay contra Paraguay entre los años 1864 y 1870. Utilizando la leyenda de plata yvyguy, término guaraní cuyo significado en español es plata bajo tierra, el film narra las peripecias de un joven que descubre gracias a un regalo de su abuelo un mapa para encontrar uno de estos tesoros que se creen enterrados a lo largo y a lo ancho de Paraguay.

El film aprovecha el relato mítico y la actualidad de las noticias que cada tanto salen en los periódicos locales sobre los buscadores de tesoros que recorren las zonas donde se supone que Francisco Solano López y sus colaboradores enterraron oro y plata para que no caigan en manos de los invasores para crear una historia de gran agilidad y dinamismo.

Manu (Tomás Arredondo), un adolescente repartidor de diarios en el barrio Ricardo Brugada de Asunción, mejor conocido como La Chacarita, uno de los barrios más antiguos y populares de la capital de Paraguay, recibe como regalo un libro de su abuelo, donde descubre un mapa con indicaciones sobre la locación de un tesoro escondido. La asociación inmediata del joven con la plata yvyguy es automática en una zona de grandes contrastes sociales, de trabajadores humildes que sueñan con mejorar sus condiciones y acceder al consumo que el capitalismo promete y alienta, pero que les escatima a los trabajadores latinoamericanos.

Manu se une a un amigo, Fito (Christian Ferreira) y a un ex buscador de tesoros, Don Elio (Mario Toñanez) para emprender su quimera, que resulta estar situada dentro en la embajada de un país africano. Allí intenta seducir a una empleada del servicio, Ilu (Cecilia Torres) para lograr entrar en la embajada y buscar el ansiado tesoro, lo que conduce al joven a una historia de cómicos enredos impensados entre el personal de la embajada.

La nueva propuesta de Maneglia y Schémbori logra introducir al espectador en la realidad del pintoresco barrio de Asunción al borde de la inundación total, parcialmente evacuado e inundado a través de una familia que teme que el agua llegue a su hogar, en una comunidad religiosa que combina sus creencias católicas con leyendas y relatos urbanos locales sobre una riqueza enterrada que no solo funciona a nivel narrativo sino simbólico sobre las potencialidades de un pueblo sumido en la pobreza, pero también como un recuerdo sobre la desaparición de una generación diezmada por la guerra.

Los Buscadores es así un film que construye una historia de gran tensión narrativa, que interpela la historia de Paraguay y de toda Latinoamérica desde las heridas heredadas, desde la idiosincrasia del idioma guaraní y de la sociedad trabajadora paraguaya, retratando sus padecimientos, pero también su carácter superviviente y su alegría y picardía ante la escasez, pero sin romantizar a unos personajes que luchan por salir de la pobreza desde un golpe de suerte ante la imposibilidad de encontrar una salida al círculo vicioso desde las perspectivas laborales.