Llámame por tu nombre

Crítica de Santiago García - Leer Cine

VERANO DEL 83.

Durante un verano en el norte de Italia, el joven Elio (Timothée Chalament) veranea junto a sus padres (Michael Stuhlbarg y Amira Casar) en un tranquilo pueblo de la costa. Con sus diecisiete años, Elio se dedica a la música, a leer, a pasar el tiempo con su amiga Marzia (Esther Garrel) y a observar el mundo que lo rodea. En un ambiente bello y culto, lleno de libertad, él va descubriéndose a sí mismo. El tranquilo y relajado ambiente se ver alterado cuando el nuevo ayudante de su padre, Oliver (Armie Hammer), llega a la villa. El investigador norteamericano prepara su doctora y cautiva a todos desde que llega, desafiando incluso al propio padre de Elio en sus conocimientos. En ese ambiente casi ideal, donde las ideas crecen, donde el arte es valorado, donde cada comida tiene su tiempo y su ritmo, Elio descubrirá por Oliver un enamoramiento que tímidamente se abre en paso de una forma que en otro lugar o momento tal vez no hubiera podido crecer con la misma cadencia y tímida felicidad.

Aunque la película está dirigida por Luca Guadagnino, toda la atención acerca de la autoría del film parece ir hacia su guionista, el veterano director norteamericano, realizador de Un amor en Florencia, La mansión Howard y Lo que queda del día, entre muchos otros films. Ivory ha construido en su obra esta clase de ambientes y personajes, adaptando junto a su equipo novelas clásicas de autores reconocidos. En este caso, su guión se basa en un libro de André Aciman, y aunque acá Ivory no tiene a sus colaboradores habituales, es bastante sencillo ver su estilo y sus temas a lo largo de la trama. No significa esto que sea un film de él, pero hay mucho de su obra en la película.

Como toda película del género Coming-of-age, la historia se mueve entre la melancolía y la emoción y todo parece definitivo para el protagonista, aun cuando es obvio para el espectador que se trata de un proceso de iniciación. Pero como le dice el padre a Elio “cada vez tenemos menos para dar cuando comenzamos con alguien nuevo”. Aun con la comprensión absoluta de su familia, aun con un ambiente cálido y con todas las condiciones ideales, Elio no puede evitar sentir que todo se juega en ese verano y que algo ha cambiado para siempre. El director Luca Guadagnino ha tenido la gentileza de darle a James Ivory una obra de madurez de autoría compartida (algo que Ivory hizo en toda su carrera trabajando con Ismail Merchant y Ruth Prawer Jhabvala). Queda claro que la Italia de 1983 no es como la Inglaterra eduardiana de comienzos del siglo XX de la película de Ivory Maurice (1987). La familia de Elio lo protege y él vive en un mundo de ideas diferentes a la de los protagonistas del libro de E. M. Forster. Y aunque ese libro y esa película tenían una mirada optimista sobre el amor entre hombres, la sociedad que los rodeaba era diferente. No hay en Llamame por tu nombre un aprovechamiento de la corrección política, sino la confirmación de las ideas y sentimientos de un gran artista: James Ivory.