Las maravillas

Crítica de Pablo E. Arahuete - CineFreaks

Mieles de adolescencia

Las referencias indirectas al tomar contacto con el segundo opus de la realizadora Alice Rohrwacher, premiada en 2014 en Cannes, se acomodan en personalidades locales como Lucrecia Martel o Celina Murga, desde su mirada sobre lo femenino pero también desde la necesidad de dejarse llevar por dos fuerzas en su cine. Esas fuerzas, centrífugas y centrípetas, describen y operan en el universo de Las Maravillas (2014).
Además, recaen en Gelsomina (Maria Alexandra Lungu), personaje pivote al que le llegan por reflejo o refracción todos los acontecimientos o conflictos desarrollados de manera minimalista, en una trama que intenta traspasar la barrera de lo bucólico para imponer una serie de contradicciones propias de las dicotomías de pensamiento, maneras de vivir y modelos, en un contexto de una Italia profunda y en transición de una crisis socio-económica de larga data.