Las insoladas

Crítica de Diego Curubeto - Ámbito Financiero

Seis buenas actrices en busca de un guión

Corre la década de los 90 y un grupo de media docena de mujeres de distintas profesiones se juntan a tomar sol en la terraza de un edificio de departamentos céntrico. Hablan de las cosas cotidianas y sueñan con ganar un concurso de salsa que las ayude a alcanzar el dinero necesario para viajar a Cuba y tomar sol en una arena más sensual que las lonas que llevan todos los días a la terraza.

"Las insoladas" es una película original, desde que tiene como decorado único la terraza, e incluso por momentos, sobre todo al comienzo, puede llegar a ser divertida. Pero tiene un gran problema, y es la ausencia de conflicto. Las chicas cuentan chismes, hablan de nuevas terapias, confiesan alguna experiencia amorosa, y hablan por supuesto de todas las posibilidades de llegar a conseguir la plata para su ansiado viaje al Caribe, pero dramáticamente, en realidad pasa muy poco.

A favor del director Gustavo Taretto se puede decir que la puesta, que perfectamente podría haber caído en lo que finalmente es, teatro filmado, tiene una estructura cinematográfica apoyada por una excelente fotografía y un buen uso de la escenografia de la terraza, que de a ratos es atractiva (hay un recurso interesante que es cambiar el lugar del decorado donde las insoladas toman sol). Pero finalmente en la película pasa muy poco, y básicamente lo malo es que en un momento queda claro que no va ir más allá de misma repetición de zonceras en un plan monotemático que poco a poco se va volviendo menos soportable. La música, que se limita a variaciones sobre "Here comes the sun" de George Harrison en estilo salsero no muy afortunado, podría haber apoyado más. Y las actrices, todas buenas y parejas, no cuentan con un guión que las lleve a otro lado que la floja escena musical final.