Las facultades

Crítica de Emiliano Silva - Cinergia

Quien haya pasado por una situación tan estresante como la es enfrentarse a un examen final en una universidad sabrá lo que se quiere llevar a la pantalla en Las Facultades. La directora Eloisa Solaas relata, en su primer largometraje, la experiencia universitaria vista desde distintas disciplinas académicas como lo son las ciencias sociales, naturales, medicina, arquitectura y derecho.

Filmada con planos cerrados enfocados enteramente en los rostros de los intranquilos alumnos, la película va contando distintas historias de distintos estudiantes universitarios. Los profesores tratan de no ser el foco de atención nunca en esto modo de relato, funcionan como una suerte de voz en off, corrigiendo y calificando las respuestas con una exigencia estricta tal como la de cualquier docente de universidad.

La trama logra encontrar su punto más fuerte en una historia en particular, la de un chico que estudia en una penitenciaria a los pensadores sociólogos más destacados y que luego cuando queda en libertad (cumpliendo su condena), lo vemos ya cursando en la universidad una carrera derivada a las ciencias exactas. Un gran desenlace que deja muchas reflexiones interesantes.

Por momentos se lo podría haber sumado un poco dinamismo a la forma de mostrar algunos aspectos pero Solaas desde un principio nos aplica la pauta de lo que seguiremos viendo en el resto del metraje. Es algo que se le podría reclamar, pero a la vez también aceptar. Cuestión de gustos.

Las Facultades, es una película que logra transmitir a la perfección la dificultad que conlleva cursar una carrera universitaria pero que también enaltece la importancia de la enseñanza y la de nuestra querida educación pública.