Lady Bird

Crítica de Javier Califano - Proyector Fantasma

Título original: Lady Bird. Origen: EE.UU. Año: 2017 Directora: Greta Gerwig Guión: Greta Gerwig Elenco: Saoirse Ronan, Laurie Metcalf, Tracy Letts, Lucas Hedges, Timothée Chalamet, Beanie Feldstein, Lois Smith, Stephen Henderson, Odeya Rush, Jordan Rodrigues Duración: 94 min. Distribuidora: UIP Estreno: 1 de marzo de 2018

Lady Bird, la película escrita y dirigida por Greta Gerwig, retrata a una adolescente moderna en pleno despertar a la sexualidad, fijada en una idea de la libertad romántica con la que planea influir en su destino. Lady Bird es el seudónimo del personaje principal llamado Christine McPherson (Saoirse Ronan), quien de manera enfática rechaza su nombre de pila para dar lugar a una nueva identidad.

Lady Bird es una honesta autobiografía de Greta Gerwig, quien se desdobla en pantalla a través de la descomunal interpretación que ofrece Saoirse Ronan (Hanna, Joe Wright 2011), como una cautivante y enfática adolescente sofocada por los últimos días de la preparatoria en una escuela católica. Las ansias de remontar vuelo de aquello que considera una vida sumamente monótona, se verán sacudidas por raptos de desesperación y la incontrolable necesidad de aventurarse a la edad adulta Esta montaña rusa de descubrimientos y emociones propicia que el relato celebre giros que sutilmente rondan entre el drama y la comedia.

La agridulce crónica adolescente de Gerwig presenta una galería de personajes secundarios entrañables que, sostenidos por solidas interpretaciones, resultan frescos, auténticos y sin estridencias o sensacionalismo alguno. Tanto la familia de la irreverente heroína de turno, en la cual destaca el personaje de su madre, Marion (Laurie Metcalf), la mejor amiga de Lady Bird y algún novio desorientado ante el propio despertar sexual, cuestionan en conjunto la disyuntiva de ser o parecer que acompaña a la protagonista de la historia.

Si bien Lady Bird es el debut de Greta Gerwig como directora, es colaboradora habitual en guiones con Joe Swanberg, con quien codirigió Nights and Weekends (2008), producción del cine independiente del subgénero Mumblecore.

Dato: Mumblecore refiere a producciones Indie, en la que sus protagonistas oscilan entre los 20 y los 30 años, inquietos de encontrar su lugar en el mundo. El caso es que los personajes en estas películas balbucean al hablar y se dificulta su comunicación, una suerte de metáfora que expresa lo incapacitados que se encuentran de manifestar sus deseos y emociones de forma clara y evidente.

Además, Greta Gerwig escribió con Noah Baumbach el guión de Mistress America (2015) y la genial Frances Ha (2012), película que podría considerarse como la secuela directa de la presente Lady Bird.

Frances Ha (2012) y Lady Bird (2017) encuentran su común denominador en la crisis existencial y la ruta que trazan las protagonistas de ambas películas: a los 17 la Lady Bird de Saoirse Ronan (espejo de Gerwig) transita la adolescencia en el intento de ser alguien a pesar de que aún no ha alcanzado una ansiada madurez, mientras que la Frances Ha de Greta Gerwig sobrelleva a regañadientes el inicio de su fase adulta arrastrando caprichos y rebeldías propias de la adolescencia.

Gerwig logra traer una historia repleta de sensibilidad acerca de una joven que destila extravagancia en plan de huir de todo aquello que considere común, aburrido u ordinario. Lady Bird es una obra conmovedora que hace eco en nuestros sueños y nuestras más profundas aspiraciones en estado puro, mucho antes de ser tamizadas por golpes del destino o pequeñas adversidades.

Lady Bird presenta un personaje realista, palpable, excepcionalmente bien moldeado por Saoirse Ronan, pero impulsado aún más por el guión de Greta Gerwig, otorgando una magistral y sincera visión femenina de la adolescencia como una etapa emocionante y desconcertante de la vida.

Por Javier Califano