La vida secreta de tus mascotas

Crítica de Pablo O. Scholz - Clarín

Animalitos de Dios

Con puntos en común con la saga de "Toy Story", el nuevo filme animado de los creadores de "Minions" es un entretenimiento eficaz.

Para los que piensan que no hay nada nuevo para descubrir en el cine, esta película les daría la razón. Dos personajes que no se caen bien desde el primer momento y que se ven obligados a compartir, no es una innovación. Animales que hablan cuando sus dueños no están, desde Toy Story, tampoco es muy original.

Bueno, abrevando más en esta última, con los perros protagonistas antagónicos, pero que se ayudan y terminarán amigos como si se tratara de Woody y Buzz, La vida secreta de tus mascotas es un entretenimiento eficaz. Parte de una base afable y graciosa, que irá involucrando a más razas de peros y otros animales a medida de que Max (el perro que vivía para su dueña en su departamento neoyorquino) conozca a Duke (el lanudo que su dueña rescata de una perrera y lo lleva a vivir con Max, doblado al argentino por Campi) y un buen día se escapen y vivan una aventura alocada.

La trama en este tipo de producciones suele ser lo de menos, y como si se tratara de una película de acción, en la que lo que importa son las secuencias precisamente de acción, que después se hilan, aquí los gags, aunque repetidos, tienen su vigencia.

Hay romance interracial (entre razas), un conejo malo, que capitanea una banda de animales que no han sido protegidos por sus dueños, poca presencia humana (sí, como en Toy Story) y mucho slapstick, humor físico para que los espectadores más pequeños no se aburran ni se pierdan demasiado.

Nacida de la cantera de Mi villano favorito y Minions (que es la película más taquillera en nuestro país, de 1997 al presente), la matriz es tan similar en el amado de personajes al de la saga de Pixar antes mencionada que es probable que quienes la adoran se sientan atraídos, o bien no enojados, pero tal vez molestos por las similitudes: hay que rescatar a alguien, los humanos no deben enterarse, y etc., etc., etc.

Pero ya dijimos, en Hollywood no hay muchas ideas nuevas dando vuelta por los estudios, y si vuelven Tarzán, Dory y los animales prehistóricos de La Era de hielo, no le pidan a estas mascotas que sean muy originales.