La parte automática

Crítica de Rodrigo Chavero - El Espectador Avezado

Luego de su paso por la sección "Cine del Futuro" del BAFICI 2012, "La Parte Automática" se estrena comercialmente en salas este jueves. Ivo Aichenbaum (en su ópera prima), narra en primera persona, su viaje a Israel, para reencontrarse con su padre (exilado voluntariamente allí desde 2001) en un recorrido organizado por un grupo de turismo cultural judío. Ese viaje propone recorrer territorios durante diez días, antes de que él se encuentre con el objetivo central de su viaje: volver a ver a su padre.
La historia del padre de Aichenbaum es atractiva: luchador, militante, de corazón inquieto aunque es cierto que promediando el film, lo sentimos más como un disparador, una excusa, más que un fin en sí mismo (al menos en términos cinematográficos). Lo cierto es que el director, sabe muy bien que le interesa transmitir y parte a hacer ese camino. No duda en traernos desde la palabra, reflexiones propias sobre la idiosincracia e identidad del pueblo judío que va generando en cada momento de su periplo.
Hay mucha espontaneidad en los registros, son estos los elementos que le dan a "La Parte Automática" el status de un completo diario de viaje. Charlas, encuentros, sorpresas, diálogos y relatos que van conformando un mosaico de percepciones sobre la actualidad del pueblo israelí y los temas que esta generación de jóvenes tiene que enfrentar.
La idea del "tour" del que participa el cineasta era generar cohesión en los miembros de la comunidad y por lo que vemos, la experiencia es interesante de ver. Se percibe valiosa para rescatar la memoria y reestablecer la conexión con la historia de su pueblo, uno de los más castigados en la historia de la humanidad (el Holocausto y su impacto es uno de los temas que se atraviesan en el relato).
"Todo en Israel parece estar preparado y pensado para optimizar los recursos, somos los argentinos como plantas silvestres arrojadas a la suerte del viento, y la polinización natural..." se escucha en la voz del director... Cierta agudeza aparece periódicamente para conectarse con sus raíces y los lazos se muestran auténticos. Pero no es el único tema en "La Parte Automática".
El amor también es tópico aquí. La problemática con los palestinos también. Todo fluye en este pasaje porque circula desde las anécdotas y registros de los distintos espacios que se recorren.
Para quienes están interesados en ese tipo de cintas, hay aquí buen material para compartir, un sincero y abierto diario de viaje sobre una experiencia singular.