La masacre de Texas

Crítica de Jessica Johanna - El Espectador Avezado

Hay un mundo enorme de posibilidades para Hollywood entre precuelas, secuelas, spin offs, remakes y cuanta cosa se les ocurra para aprovechar y abusar de una misma idea. No es algo necesariamente malo, no tiene por qué serlo, pero sí deja en evidencia la clara falta de ideas originales.
En este caso, a la clásica película de Tobe Hooper ya se la explotó como pudo con secuelas y remakes, y una especie de intento de precuela en el 2006 al que acá se obvia por completo. "La masacre de Texas: El origen de Leatherface" es la última película en la que trabajó Hooper, como productor ejecutivo en este caso.
Dirigida por los franceses Julien Maury y Alexandre Bustillo con guión de Seth M. Sherwood, en esta nueva entrega se pretende explorar y comprender cómo surge, cómo nace la figura de Cara de cuero. Pero para eso se alejan un poco de lo conocido y narran esta historia con algo más de libertad que la esperada.
La trama gira en torno entonces a los dos pequeños de la familia Sawyer que, tras haber asesinado la familia (aunque sin pruebas suficidentes) a la hija de un comisario (el injustamente olvidado y desaprovechado Stephen Dorff al que Sofia Coppola parecía resucitar) al que se le despertará toda la furia y violencia hacia ellos.
Entonces los niños terminan en un hospital psiquiátrico. Ya más grandes, justo cuando llega una nueva enfermera, la madre (interpretada por Lili Taylor) irrumpe al querer recuperarlos y los internados logran escaparse.
Acompañados de otros dos internos y con esta enfermera como rehén, la película se convierte en una especie de road movie sangrienta que comenzará a ser el nacimiento de Leatherface. La originalidad no la podemos buscar entonces en la resolución, porque ya la conocemos. Aun así se la siente bastante apresurada.
Lo que acá intentan hacer los realizadores y guionista es brindar una dimensión a estos personajes, incluso al personaje nuevo, la entusiasta enfermera nueva que pronto se encuentra con un mundo muy distinto al que esperaba. No obstante, no todos cuentan con esa misma suerte y algunos quedan desdibujados y resultan poco interesantes.
El film expone, como se espera de una película como esta, bastante sangre y gore, aunque acá sucede principalmente en el tercer tramo. Así, estamos ante una película probablemente prescindible para la saga pero que al mismo tiempo no resulta del todo decepcionante ni fallida.
Vibra a ritmo propio, funciona de manera individual y a la vez homenajea y es parte de este universo.