La gran aventura LEGO 2

Crítica de Rolando Gallego - EscribiendoCine

Dicen que segundas partes no son buenas, y si bien esa leyenda no se ajusta totalmente a La gran aventura Lego 2 (The Lego Movie 2: The Second Part), hay que hacer un enorme esfuerzo para ver con otros ojos una narración que apela, en todos los aspectos, a evocar a la primera entrega de la saga y evitar buscar nuevos aspectos que atraigan a los espectadores.

Del primer film se celebró su desfachatez e ironía para trabajar conceptos como la amistad, el amor, los vínculos y la necesidad de aunar esfuerzos en equipo para salir adelante. En esta oportunidad Mike Mitchell, apadrinado por Phil Lord y Christopher Miller, autores también del guion y directores de la primera, intenta superarla pero se queda, lamentablemente, en desventaja.

El universo de piezas de encastre que acompañó a generaciones, y que gracias a la versión cinematográfica impulsó las ventas y generó spin offs como el de LEGO Batman: La Película (2017) y LEGO Ninjago: La Película (2017), llegó a ser “increíble”, como esa canción pegadiza, leit motiv del film. Pero no sucede lo mismo con La gran aventura Lego 2 de la cual se esperaba mucho más que una mera reiteración de planteos de la original, destacándose sólo la suma de un conflicto exterior a los personajes, asociado al mundo “real”.

Lo exagerado, luminoso y transgresor de la primera, aquí suena a ya visto, a que nada que intente bastará para eliminar el recuerdo de la predecesora, y menos aun cuando con un poderoso arranque, planteando un mundo post apocalíptico a lo Mad Max(1979) en el que Emmet sigue, a pesar de todo, tratando de mantenerse positivo, el relato continúe como una pesquisa sobre el secuestro de sus amigos por un ser de otro planeta que no innova demasiado.

La llegada de la otredad sólo sirve para incorporar nuevos personajes a la historia, que si bien están a la altura, estimulan la duda sobre las verdaderas intenciones de la narrativa. Una nueva generación del bloques, más simples y con colores estridentes, y “muñecos” más delicados en cuanto a líneas y estructuras, son el motor del film que prioriza la moraleja por sobre la acidez y el cinismo.

Los que vayan a buscar más de lo mismo, saldrán cantando un nuevo hit símil “Todo es increíble”, mientras que los que intenten descubrir novedades y más incorrección en La gran aventura Lego 2 saldrán decepcionados.