La fiera y la fiesta

Crítica de Jessica Johanna - El Espectador Avezado

Dirigida y escrita por el dueto compuesto por Israel Cárdenas y Laura Amelia Guzmán, “La fiera y la fiesta” es una co-producción que pretende homenajear al director de culto dominicano Jean-Louis Jorge, con un sublime protagónico de Geraldine Chaplin.
Vera lleva una consolidada vida de actriz pero también fantasmas que la acarrean. Y antes de irse de este mundo, quiere terminar un proyecto inconcluso de un viejo amigo fallecido. Así que a su edad decide ponerse además detrás de cámara para dirigir una película de vampiros y erotismo, y para eso viaja a República Dominicana y sus paisajes paradisíacos. En esta película dentro de película,
Vera estará también entre la ficción y la realidad, la realidad y los sueños...
“La fiera y la fiesta” es una película de climas oníricos y extrañados, siempre melancólicos y a veces absurdos. Y en ese elenco multicultural que habla diferentes idiomas uno de los actores que acompañan a Chaplin es Udo Kier. Ambos interpretan a dos vampiros que quieren consumir a jóvenes bailarines.
Pero llevar adelante la película no es fácil. Las ambiciones son grandes y el lugar se torna un impredecible enemigo. En medio de este viaje caótico que es el rodaje, también Vera se reencuentra con viejos amigos de su amado director y se rescatan imágenes de sus películas y anécdotas.
Al mismo tiempo se conecta con su propia historia, con su propio pasado. La interpretación de Geraldine Chaplin, sensual y delicada pero también de una fortaleza propia de la punk que fue, es de lo mejor que tiene una película interesante y atractiva pero que a veces en el regodeo de ese universo extrañado pierde un poco el eje.
Por suerte no es necesario saber quién fue el director homenajeado para disfrutarla y sin dudas logra que nos interesemos por conocerlo. Otro detalle atractivo es la participación del director Luis Ospina como el productor del film que ruedan.
Intrigante y cautivante por momentos, un poco irritante durante otros, y siempre extraña, “La fiera y la fiesta” deriva en una curiosa y fascinante reivindicación al cine de los osados, los raros, los que experimentan. Una rareza valiosa aunque no del todo sólida.