La favorita

Crítica de Jessica Johanna - El Espectador Avezado

Lo nuevo del director griego Yorgos Lanthimos es quizás su película más accesible y funcional a Hollywood. Y sin embargo, funciona. Funciona porque es una película entretenida, con unos buenos personajes y una historia interesante.
Y por lo visto le funcionó a él para lograr ser una de las favoritas de la temporada de premios. Mientras sus anteriores películas en inglés (la fantástica “The Lobster” y la más pretenciosa “El sacrificio del ciervo sagrado”) resultaban algo herméticas, con “La favorita” Lanthimos se torna un poco más accesible pero no por eso menos interesante.
Escrita por Deborah Davis y Tony McNamara, nos encontramos ante una película de época. Inglaterra a principios del siglo XVIII. Aunque haya claras inspiraciones en personajes reales, “La favorita” es una película de ficción. La reina Ana (Olivia Colman) gobierna ayudada por su gran amiga, Lady Sarah (Rachel Weisz) quien realmente tiene un poder mayor que el que se aprecia a primera vista.
La reina es insegura y confía plenamente en esa mujer, quien la adora pero no por eso teme decirle las cosas de manera frontal. No obstante lo que va a revolucionar todo es la llegada de la joven Abigail, una prima de Sarah cuya familia cayó en ruinas. Abigail llega para trabajar pero sabe que lo que realmente quiere es escalar para volver a ser lo que era.
Así, en “La favorita” cada uno de estos tres personajes femeninos juega una partida. Pero cada una juega sola y a un juego distinto. El tiempo dejará en evidencia si alguna gana o estaba cada una destinada a perder. Lanthimos dota su película de un humor negro y sobre todo mucha ironía, entre situaciones muchas veces absurdas.
Y sin embargo sabe muy bien de qué habla: del poder. Para eso nos retrata a tres personajes fuertes, tres aristas de un triángulo a simple vista escaleno. La Sarah de Rachel Weisz es una mujer que no rinde cuentas a nadie y que sabe el lugar que ocupa. Ella habla muchas veces por la reina y no permite nunca que se le cuestione.
También tiene un trato a veces frío y duro, incluso para su querida reina, pero es que es así como traduce el amor. Abigail es la que más juega con su personalidad. Se presenta sumisa y bondadosa y al mismo tiempo es consciente de los casilleros que va avanzando. La reina Anna es un personaje que se siente sola y desdichada.
Sufrió muchas pérdidas a lo largo de su vida y sólo encuentra en sus compañías leales un poco de placer entre una vida de tanto dolor, porque además la aqueja la gota.
Aunque haya otros personajes masculinos (a la larga, es un mundo de hombres) éstos, aun cuando no lo sepan, no son más que títeres de alguna de estas mujeres. Son ellas las que mueven cada uno de los hilos, aunque a veces se enreden entre sí por ir cada una por un objetivo que aunque a simple vista parezca el mismo en realidad son diferentes.
A nivel visual, Lanthimos elige retratar gran parte de esta historia de época con grandes angulares que rememoran a los espejos de la pintura renacentista. Hay además un trabajo muy cuidado con el vestuario, permitiendo no sólo jugar con las vestimentas de una época sino con las diferentes personalidades de cada una de estas mujeres.
Divertida, irónica, original en su estudio de una época, “La favorita” sea quizás lo más accesible del cine de Lanthimos, lo menos arriesgado, pero eso no le resta mérito. Porque como resultado presenta un film bastante redondo, con personajes interesantes y bien construidos, y todo esto con un envoltorio igual de atractivo. Y un trío de actrices que se merecen todo el reconocimiento.