La casa del eco

Crítica de Isabel Croce - La Prensa

Alejo está pasando por un momento especial. Algo no cierra en su vida y ciertas asperezas hacen crisis durante una reunión familiar (su cumpleaños). Al final del encuentro, su padre tiene reservado para él algo que no aprovechó en su momento cuando cerró la fábrica en que trabajaba, unos lotes ricos en pinares en Corral de Tierra (Alpa Corral). Allí decide pasar un período Alejandro, abandonando su trabajo de arquitecto y pensando que un tiempo al aire libre puede ayudarlo a solucionar un malestar físico, que puede ser resultado de algo psicológico, la falta de sueño continuado.
El viaje es una buena propuesta para pasar un período con su pareja. Más allá de un premio en su especialidad, será buen momento para poner en ejecución ese proyecto de casa ideal donde el eco tenga un lugar especial.

ATMOSFERA ONIRICA
El director cordobés Hugo Curletto, de trayectoria dentro de los medios audiovisuales, debuta con un largometraje de ficción en el que aborda un viaje con todo lo que éste implica como metáfora de sentimientos que pugnan por acomodarse en una estabilidad general.
A partir de un tratamiento que se inicia de forma realista, con la presencia desencadenante de la naturaleza como contexto, el filme deriva en un estrato onírico con pocos contactos con la realidad y disgresiones cronológicas, donde se acentúan los desencuentros afectivos y se desnudan inestabilidades que parecen profundizarse en el caso de Alejandro. Así, un reciente episodio laboral, el derrumbe de una pared en una obra, parece haberle anticipado que la solidez es un mito y en cualquier momento el desequilibrio puede desencadenar el caos.
Con escasez de diálogos, ciertos momentos que no alcanzan a definirse entre la realidad y la ficción, sumados a un ritmo lento, donde la intriga no desencadena suficientes puntos de tensión, el relato decae y es atrapado por la morosidad. Cuidado formalmente, destaca la actuación de Guadalupe Docampo ("El jugador", "Errata").