La araña vampiro

Crítica de Alejandro Castañeda - El Día

LO QUE MATA, SALVA

Jerónimo necesita curarse. Es un adolescente con dificultades. Es ansioso, toma psicofármacos, es solitario y tímido. Y va a pasar unos días a la sierra con su padre, que tiene esperanzas que este encuentro sirva para mejorarlos (hay mucha distancia entre ellos). En la primera noche en la cabaña, lo pica una araña. Y ya nada será igual. En el Hospital lo curan, pero la cosa es más grave. Unos lugareños le avisan: es una picadura mortal, si no lográs que otra araña te pique, morirás. Y entonces hay que salir a buscar una araña. Un doble viaje de iniciación que promete horror o salvación y que redondea el dibujo existencial de un chico con poca confianza en los otros, temeroso y desconfiado, que le cree más a los desconocidos que a su padre y que en esa fuga aprenderá que vida y muerte están tan cerca que una misma araña -como el amor por ejemplo- pueden llevarte al abismo o pueden salvarte. El filme juega con los contrastes (el baquiano quiere curarlo, pero también lo ataca; la chica lo besa, pero sólo a su picadura; el padre aprenderá que ir el encuentro de un hijo extraviado es una empresa difícil). Es una película minimalista, sutil y monótona, inteligente y reiterativa.