Kryptonita

Crítica de Carlos Rey - A Sala Llena

La potente novela de Leonardo Oyola, con la puesta cinematográfica de Nicanor Loreti, funciona en diferentes niveles. La historia de una noche de guardia de un médico nochero que es interrumpida por una disputa entre una banda criminal y la policía, rehenes incluidos (algo cada vez más recurrente en el conurbano bonaerense, donde las drogas y la violencia crean un ambiente denso), se torna estrictamente cinematográfica cuando Loreti replica la idea central del libro de Oyola: todo se soporta gracias a la relación fraterna de los integrantes de la banda criminal de Nafta Súper, cuyo líder es herido y sus súbditos deben resistir toda la noche la embestida policial.

Loreti utiliza una lógica carpenteriana/ hawksariana para desarrollar la historia: música simple, minimalista y repetida con teclados, y una situación de encierro y amistad entre los personajes, quienes crean un sólido grupo de resistencia. Kryptonita es una suerte de mix entre Asalto al Precinto 13 y Los Vengadores, con algunos interesantes flashbacks que remiten a Sin City, donde el director nos muestra las historias que “construyeron” a estos superhéroes barriales en el contexto de marginalidad de La Matanza.

Diálogos fuertes, apariciones rutilantes (El Guasón de Diego Capusotto, con tintes épicos), acción y ante todo, tristeza y melancolía, llenan de sentimientos la pantalla para que nos identifiquemos con estos héroes queribles de la clase trabajadora.