Jóvenes titanes en acción

Crítica de Alejandro Franco - Arlequin

[Batman y Superman pelean en su propio filme]

Batman: ¿Cuál es el nombre de tu madre?

Superman: ¡Marta!

Batman: [llorando] ¡El de la mía también!

[Se abrazan]

Batman: Espera… ¿cuál es el nombre de tu padre?

Superman (desconcertado): ¿Jonathan?

Batman: ¡Mi padre se llamaba Thomas!

[Y siguen peleando]

Todo empezó con “Ironman apesta”.

Claro, la gente se murió de risa por lo inesperado de la referencia – la contraseña maestra de la Baticueva en Lego Batman: La Película -, y pronto la referencias cruzadas – acerca de Marvel en series y películas DC – comenzó a hacerse cada vez mas popular. En el Arrowverse no se cansan de referenciar al Increible Hulk, el Hombre Araña y hasta en la última de Constantine el detective de lo oculto admite que no tiene los mismos superpoderes que Benedict Cumberbatch.

Es difícil traducir qué significa esto, si la DC se saca el sombrero frente al arrollador éxito de la Marvel, si es un guiño entre rivales que llevan una relación amistosa, o si están desesperados porque la Marvel le repita la jugada. Al menos en Los Increibles 2 mencionan a cierto billonario de oscura actividad nocturna cuya mansión es arrendada a los Parr.

Si uno menciona esto es porque Teen Titans Go! To The Movies está plagada de chistes sobre Marvel, incluyendo hasta un cameo de Stan Lee (!!!). Imitan el viejo logo de los estudios Marvel (cuando pasaban las hojas de las historietas), mencionan a Deadpool e incluso en un momento hablan de robarle catering al set de rodaje de El Hombre Araña… el cual se filmaría en los estudios Warner (!!).

Todo esto sirve para mostrar el desenfado que tiene Jóvenes Titanes en Acción!: La Película. En sí, es como una versión animada y apta todo público de Deadpool. El filme no tiene demasiado argumento propio sino que es una catarata de referencias comiqueras, pop y cinematográficas como si la revista MAD hubiera vomitado una parodia de todo el género de superhéroes. Si bien es cierto que a veces hay demasiados chistes (y algunos se notan que los metieron con calzador, esforzándose desesperadamente para que esto se convierta en un filme de culto), uno termina por perdonarle la vida porque la diversión le gana a la coherencia. En un momento Batman y Superman se amigan porque sus respectivas madres se llaman Martha… pero cuando se enteran que el padre de uno es Jonathan y el otro Thomas, vuelven inmediatamente a los bifes. O la idea de Batimovil: la película. O la de Baticinturón: la película. O la idea de Alfred: la película (lo mas espantoso de todo que esto ultimo es que se va a concretar y van a hacer Alfred: la serie).

Ciertamente las pocas veces que quise ver la serie de Teen Titans Go! me pareció insufrible y muy pasada de rosca, bien para el público infantil. Pero acá le bajan un cambio y le meten toneladas de referencias pop para deleite de los adultos. ¿Dónde mas veríamos a Nick Cage haciendo el demoradísimo papel de Superman? ¿O a su hijo Kal-El Cage (!!) haciendo de joven Bruce Wayne?.

La película es un descrebre completo y uno la disfruta de principio al final, pero le falta sentimiento. Sí, la historia de Robin – eterno sidekick de Batman, nunca con brillo ni película propia – y su amistad con el resto de los titanes está ok, pero la catarata de chistes ahoga las posibilidades de hacer algo mas con estos personajes. Jóvenes Titanes en Acción!: La Película no le llega a los talones de Lego Batman, – donde sí había mucho sentimiento y una historia interesante de fondo (amén de reírse de casi todos los géneros cinematográficos posibles) – sino que se parece a una versión superheroica de Airplane!, donde se mofan de Marvel, las pifias de las películas de Snyder, los clisés del género de superhéroes y hasta del mostacho de Henry Cavill, el cual aparece en algunos posters con el traje de Superman puesto. Oh, sí, esta gente no deja titere con cabeza, incluso cuando es de su propia tropa.

Jóvenes Titanes en Acción!: La Película es superrecomendable, pero no esperen mas que una tonelada de chistes nerd con un argumento superliviano. Para los fans es una gozada y para los chicos una fiesta, pero el resto de la gente seguramente la odiará por ser hiperkinética y por tener toneladas de chistes que resultarán cripticos para los que no son entendidos del género.