Joel

Crítica de Yaki Nozdrin - Visión del cine

Con el foco puesto en la adopción tardía, el director y guionista argentino Carlos Sorín (Historias mínimas, Días de pesca) presenta Joel, una película que también aborda la discriminación constante en torno a este tema.
Cecilia (Victoria Almeida) y Diego (Diego Gentile) son una pareja de treintañeros que viven en Tolhuin, un pequeño pueblo de Tierra del Fuego. Mientras él se desempeña como técnico forestal, ella da clases de piano en su casa. Debido a la imposibilidad de tener hijos, y con los deseos de formar una familia, comienzan los trámites para adoptar un chico. Luego de recibir un llamado del Juzgado de Menores, dónde los notifican que tienen un nene de ocho años (luego confirmarán que en realidad tiene nueve), la pareja acepta pasar los seis meses de prueba junto al pequeño Joel (Joel Noguera).

Cecilia y Diego no sólo deberán hacer frente a los fantasmas que acompañan al menor -un padre que nunca se hizo cargo, una madre adicta que lo abandonó y un tío preso como único familiar directo-, sino que también se encontrarán con un nuevo obstáculo: la discriminación. Los padres de los chicos de la escuela a la que asiste Joel insisten en que el joven puede ser un “peligro” para sus hijos, por lo que comienzan a realizar distintos tipos de amenazas para que éste sea expulsado.

Carlos Sorín visibiliza un tema del que poco se habla: la adopción tardía. Sólo el 13 % de las parejas anotadas en los registros de adopción aceptarían un niño mayor a ocho años. El 90 % de los postulantes buscan un nene recién nacido. De hecho, en la primera escena de Joel, Cecilia le manifiesta a Diego su preocupación por la edad del pequeño: “¿Te acordás que en la entrevista habíamos dicho que tenga cuatro o cinco años? Tiene ocho”.

Sorín también pone en foco una problemática que parece incrementarse en la sociedad actual: el bullying. En este caso la discriminación que sufre Joel no la originan sus compañeros de clase, sino los padres de éstos. El cineasta realiza una clara denuncia al accionar de este tipo de comunidades conservadoras. El film también visibiliza la ineptitud por parte de los directivos del colegio quienes, pese a mostrar una postura intermedia, terminan aislando a un menor que busca reinsertarse en la sociedad.

La película también tiene un gran peso desde lo visual. El contexto en el cual se sitúa la historia impacta de manera directa con el desarrollo de la película y de sus personajes. El paisaje patagónico que parece nunca acabar y su clima frío y por momentos desolador, acentúan las situaciones que ocurren en pantalla, sobre todo el aislamiento al que es sometido Joel.