Joel

Crítica de Santiago García - Leer Cine

Un niño espera.

La película de Carlos Sorín tiene un comienzo intenso y a la vez delicado. De forma minuciosa explora la incertidumbre, la emoción, el miedo, la felicidad y todo lo que produce decidir adoptar a un niño de nueve años. No es fácil, no es lo que la pareja protagónica esperaba, pero igual van para adelante porque desean adoptar a un niño. La pulcra minuciosidad que el realizador utiliza para explorar los primeros encuentros es digna de admiración. Cecilia y Diego, los padres adoptivos, viven en un pueblo en Tierra del fuego. Antes de la adopción oficial deben pasar por un período de prueba. Con idas y vueltas parece que las cosas van bien, dentro de lo razonable. Pero entonces desde el colegio llegan los primeros problemas. El pasado del nene, vinculado con una familia complicada que incluye un padre preso, pondrá en alerta a los padres del lugar donde él estudia y tensará el vínculo entre todos.

Sorín, director de larga trayectoria, mantiene sus constantes como director, acertando con el retrato realista y respetuoso, pero cambiando el tono cuando se nota la intervención del guión para subrayar personajes o situaciones. Confiando en el poder del cine, opta en varias situaciones dejar afuera los conflictos de los cuales solo recibimos las consecuencias. En eso Joel hace la diferencia, en eso se vuelven una película conmovedora. La protagonista, Victoria Almeida, da con el tono siempre, aunque la película se desvíe por los mencionados recursos de guión. Y Joel Noguera, el niño protagonista, también esté impecable, sin dar nunca la impresión de un niño actor, sin construir un personaje frente a nuestros ojos, sino simplemente siendo ese personaje.

Es inevitable para muchos, tomarse esta película desde su tema sin prestarle atención a lo cinematográfico. El tema tiene mucha fuerza y seguramente miles de personas lo verán desde su propia experiencia o de casos de los que han sido testigos. No está mal que así sea, pero para un espectador de cine no se trata solo de discutir el tema sino de ver la película. Y en todo caso ir más allá de lo puntual y pensar hasta qué punto la sociedad tiene miedo de integrar a todo aquello que puede ser una posible amenaza. La integración y el rechazo tienen consecuencias. La película busca aferrarse al amor, no el que nos viene de nacimiento sino el que nos comprometemos a dar. Más allá de la adopción, apostar por la lealtad y la valentía es un una decisión que nos define. Joel, con sus virtudes y defectos, habla de eso.