Isla de perros

Crítica de Catalina Dlugi - El portal de Catalina

Wes Anderson y su película animada con la técnica del stop-motion nos brinda un disfrute sin igual. Escrita sobre una idea del director y de Kunici Nomura, con Román Coppola, Jason Scwarztman, concebida como un homenaje a Akira Kurosawa ( en especial a su film “Dodes Ka-den”) y a su forma de trabajo. En una ciudad japonesa un virus que llega por culpa de los perros hace que la autoridad decida, en una supuesta democracia que apenas disfraza el autoritarismo, que todas las mascotas sean deportadas a una isla donde solo se acumula la basura. Por un lado esta el despertar de esos perritos acostumbrados a las comodidades y a un amo proveedor que deben reinventarse para sobrevivir. En una nueva sociedad. Por el otro la mirada critica al poder que descubre corrupción y una peste inventada en un laboratorio. Al mismo tiempo una revuelta estudiantil reivindica la verdad y la necesidad de rescatar a un chico que viajo a la isla prohibida, sobrino del dictador, para encontrar a su amada mascota y reivindicar a la raza. Irónica, inteligente y conmovedora es la mirada del director, con un trabajo minucioso en los detalles, con la convocatoria de grandes actores para las voces (véala con subtítulos) que van desde Bryan Cranston, Edward Norton, Bill Murray, Jeff Goldblum, Frances McDormand, y siguen los nombres. No tiene nada que ver con el típico producto para chicos, ni con las convenciones simplonas referidas al “mejor amigo del hombre”. Si se entrelaza con la sátira, las preocupaciones ecológicas, la búsqueda de la verdad con héroes de cuatro patas. No se la pierda.