Inframundo: Guerras de sangre

Crítica de Hugo Zapata - Cines Argentinos

La quinta parte de Inframundo es la peor entrega que brindó la serie hasta el momento, producto de un tratamiento pobre de las secuencias de acción y efectos especiales mediocres.
Si bien las historias de la vampira Selene, interpretada por Kate Beckinsale, se volvieron redundantes y el conflicto no evolucionó demasiado en las continuaciones, al menos las películas brindaban un entretenimiento decente con una propuesta de fantasía.
En esta nueva producción Len Weisman, quien dirigió los filmes previos (con excepción de La rebelión de los Lycans del 2009) delegó la realización en Anna Foerster, quien no supo estar a la altura de la circunstancias para hacer algo interesante con esta propuesta.
Inframundo 5 parece una película hecha para la televisión con escenas de tiroteos y peleas dirigidas sin ningún tipo de inspiración. No obstante, lo peor pasa por la calidad de los efectos digitales que son lamentables.
Un aspecto de Inframundo que había sido más cuidado en los episodios previos.
Ya sea porque contaron con menos presupuesto o la post producción se hizo a las apuradas, muchas escenas donde aparecen los hombres lobo se ven truchísismas.
En un momento de la historia un ejército de licántropos emprende la retirada luego de un combate con los vampiros en un país nórdico. La cámara muestra en un plano general a los lobos escapando y los efectos son tan berretas que los personajes parecen haber sido recreados con herramientas digitales del año 2000.
Una cuestión que llama la atención si se tiene en cuenta que la directora Foerster tiene experiencia en este tipo de cine, al haber construido su carrera como directora de segunda unidad y supervisora de efectos especiales de los trabajos de Roland Emmerich (Día de la Independencia).
Inframundo 5 parece una película hecha sin ganas.
Kate Beckinsale, quien este año se destacó en la adaptación de Lady Susan, de Jane Austen, acá ofrece una interpretación en piloto automático donde no le puso ningún entusiasmo al personaje que hace lo mismo de siempre.
En cierto modo Inframundo, como le ocurrió a la saga Resident Evil, se terminó por convertir en el cuento de la buena pipa, donde todas las historias terminan igual con una puerta abierta para una futura continuación.
Lein Weisman confirmó hace poco que habrá una película más en esta saga. Queda por esperar que se esfuercen en darle un cierre digno a esta historia que no da para más o por lo menos brinde una producción más decente que este capítulo olvidable.
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