Infancia clandestina

Crítica de Alberto Harari - MI CINE - por halbert

"INTERESANTE ÓPERA PRIMA, CAMINO AL OSCAR"

Ambientada en una época oscura de la política argentina, estamos ante una historia que se basó en hechos verdaderos; ésta es la historia de Juan, un niño de 11 años que vive con su familia en la clandestinidad: todos tienen nombres falsos y su vida se desarrolla entre dos mundos.
Charo (Natalia Oreiro) y Daniel (Cesar Troncoso) vuelven a Argentina de modo encubierto, dispuestos a colaborar con la Contraofensiva Montonera a la dictadura militar reinante en el año 1979. Instalados en una casa de barrio, Juan cuenta con documento falso y un nuevo nombre: Ernesto, por el Che. En este nuevo entorno, el niño conocerá nuevos amigos y un primer amor en la escuela. Su tío Beto (Ernesto Alterio) lo alentará a la amistad, a la alegría y a animarse a seducir a la chica que le gusta. Pero todo ello se verá constantemente empañado por una sensación de peligro y persecución, y el pobre niño deberá hacerle frente sin concesiones.

Estamos aquí ante la visión de un niño, un hijo de aquellos guerrilleros que regresaron al país para defenderlo mediante las armas. Esta ardua trama representa la vivencia de muchos chicos en la última dictadura militar en Argentina, que imperó entre 1976 y 1983.

Una llamativa pero atrayente interacción de dibujos animados se presentan ante el espectador, para presentar las escenas de mayor acción, en el desarrollo de esta cruenta historia verdadera, suavizando, tal vez (si se puede) las instancias más sangrientas.

Protagonizada por Natalia Oreiro, Ernesto Alterio y César Troncoso, cuenta con la participación especial de Cristina Banegas. Dirigida por Benjamín Ávila, “Infancia clandestina” es su primer largometraje de ficción y está basado en su historia personal. Con referencias a “Papa salió en viaje de negocios” de Emir Kusturica y “Mi vida como perro” de Lasse Halström, estamos frente a una historia en la que el protagonismo se lo lleva este pre-adolescente en un entorno hostil.

La presentación del niño Teo Gutiérrez Moreno, resulta el pilar más destacable en el que se apoya la narración. Su muy buena actuación sobresale por las del resto, sin dejar de aclarar que tanto Banegas como el hijo de Alterio aportan su importante presencia, por encima de las correctas interpretaciones actorales de Oreiro y Troncoso.