Hombres de Negro: MIB Internacional

Crítica de Isabel Croce - La Prensa

Relanzamiento de la clásica historia de los "Hombres de Negro" ("reboot" en inglés), "Hombres de Negro Internacional" presenta a nuevos públicos o fanáticos de la serie, otro capítulo sobre los agentes secretos que protegen el planeta controlando alienígenas.
La serie que se inició en 1997 con Will Smith y Tommy Lee Jones continúa ahora sin cambios con el australiano Chris Hemsworth y Tessa Thompson, la pareja de "Thor Ragnarok". El problema es que se ha infiltrado en la organización secreta un espía que pone en peligro no sólo a sus integrantes sino al Universo.
Esta vez los agentes H (Hemsworth) y M tienen que desplazarse por el mundo en la búsqueda del "topo", encomendada por el capo de la organización (Liam Neeson). A H lo conocemos por su desparpajo, facha y conquistas, M es una chica audaz que habiendo tenido un "encuentro cercano del tercer tipo" cuando niña, se autoconvoca a la organización y es aceptada por la jefa de la sucursal estadounidense (Emma Thompson).

HUMOR Y BUEN RITMO
La historia no difiere demasiado de las que ya conocemos. Eso sí, se desplaza por lugares como Londres, Marruecos, Italia y Nueva York, y muestra una serie de antros frecuentados por aliens, donde particularmente el agente H se siente cómodo y juega al truco desafiando mascotas de los extraterrestres que una y otra vez intentan envenenarlo. La aventura con un conocido intergaláctico, viejo fiestero con el que compartió secretas intimidades, provoca la curiosidad de la agente M, que desde el comienzo apuntó al agente en su libretita de posibles conquistas.
"Hombres de Negro Internacional" exhibe un estupendo ritmo, brillante utilización de efectos especiales, atractiva música y algunos personajes que se destacan, desde "Los Twins", mellizos venidos de vaya a saber qué planeta, pero eso sí, con malas intenciones, estupendos bailarines de hip hop; y un tal Peoni, una suerte de enano de jardín, alien ignoto y un tanto demodé, que se convierte en la mascota de la agente M.
La película de F. Gary Gray no difiere mucho de sus parientas, entretiene y tiene un incomprensible uso de muñequitos que parecen emigrados de la saga de Harry Potter. Hay escenas de acción muy bien resueltas, como la inicial en la Torre Eiffel y su ascensor; las persecuciones en un bólido tipo motocicleta y una en que se desmembra un auto, en cada una de cuyas partes hay un arma diferente. Para adictos a la franquicia.