Hitman: Agente 47

Crítica de Hugo Zapata - Cines Argentinos

Si algo dejan en claro los antecedentes de estas últimas décadas es que el cine y los videos juegos no van de la mano.
El video juego logró nutrirse del cine para brindar experiencias interactivas más cinematográficas, pero en Hollywood hasta ahora no lograron hacerle justicia a este tipo de entretenimientos.
Ya sea porque no le encuentran la vuelta o los productores no entienden estas propuestas, los filmes basados en juegos tienden a ser un desastre.
Demasiadas producciones mediocres que quedaron en el olvido como Street Fighter, Double Dragon, Mortal Kombat, Alone in the Dark, Max Payne, Super Mario Bros y Wing Commander, por mencionar algunos casos.
Silent Hill dentro de todo (la primera entrega) fue una película decente que se deja ver pero el resto fueron malísimas.
El caso de Hitman es especial porque en lo personal creo que jamás debió ser adaptado en el cine.
Como video juego puedo entender que mucha gente se enganche con esto pero en la pantalla grande no termina de funcionar por la naturaleza del personaje.
La primera película fue horrenda y este nuevo relanzamiento si bien presenta algunos elementos técnicos un poco más destacables, en general es una producción mediocre del cine de acción hollywodense.
Recomendar Hitman: Agente 47 significaría subestimar de manera estúpida el género.
Mientras en Indonesia el director Gareth Evans con un millón de dólares hizo una obra maestra como The Raid, los estudios Fox invirtieron 35 millones de dólares para este estreno y brindaron en los cines una película pobre que nadie recordará a fin de año.
El gran problema que tiene Hitman es el propio Hitman.
El personaje es un bodrio absoluto y nuevamente quedó claro que no le da el cuero para llevar adelante una historia en la pantalla grande.
Puede funcionar en una consola pero el cine es otra cosa.
Si a este film no le incluían un personaje femenino más fuerte la trama era insostenible porque el Agente 47 te aniquila con el aburrimiento.
Es un personaje insulso, sin ningún tipo de carisma al que le sale todo bien. Siempre acierta sus disparos y en los combates cuerpo a cuerpo vence a sus enemigos con facilidad.
Muchos me dirán que James Bond es similar, pero al menos tiene carisma, cuando es interpretado por el actor correcto. Hace mucho que 007 no aparece en la pantalla grande, pero ese es otro tema.
Como mencioné anteriormente, la nueva película de Hitman presenta algunas mejorías en comparación con la producción del 2007.
La dirección en este caso corrió por cuenta de Aleksander Bach, un realizador de comerciales que debutó en el cine con este trabajo.
El film está bastante cuidado en los aspectos visuales y Bach tuvo como colaborador en las secuencias de acción a Davd Leitch, uno de los directores de John Wick, quien se encargó de elaborar las escenas de tiroteos y peleas.
Momentos que desde lo técnico están muy bien logrados pero que terminan desdibujados ante la falta de una historia atractiva y la inclusión de un antihéroe que te hace bostezar.
En consecuencia, la película ofrece bastante acción pero no transmiten ningún tipo de emoción porque las escenas terminan siendo un frío collage de tiroteos y peleas.
Tampoco ayudó el abuso de la animación computada en la secuencias más ambiciosas que hacen que ese tipo de momentos se vean sumamente artificiales.
Rupert Friend (el nuevo Hitman) y Hannah Ware (Oldboy) remaron con mucho profesionalismo dos personaje predecibles e insulsos a lo que no es fácil darles vida.
La verdad que como propuesta de acción esta película no vale la pena la entrada al cine. Quienes tengan curiosidad pueden esperarla tranquilos por la televisión que no se perderán nada importante.
Los seguidores del género que busquen un entretenimiento de mayor calidad pueden conseguir Firestorm (2013), tremenda película china con Andy Lau (que es lo mejor que brindó ese país en el último tiempo) o ver la semana que viene en el Festival de Cine Coreano, La jugada maestra, del director Jo Bum-hu.
Cine de acción en serio para quienes disfrutan este tipo de historias