Histeria - La historia del deseo

Crítica de Fernando Alvarez - Todo lo ve

El aparatito de la felicidad

Ambientada en la Inglaterra de finales del siglo XIX, la película juega con la idea del placer como pecado en una sociedad que veía como enfermedad lo que se conocía como la "histeria" femenina.

El film (una coproducción entre Reino Unido, Francia, Luxemburgo y Alemania) cuenta los días del doctor Joseph Mortimer Granville (Hugh Dancy), un hombre de métodos renovadores para su época, que se convierte primero en el asistente de Dalrymple (Jonathan Pryce) y luego en el inventor del consolador eléctrico que "calmaba" a las pacientes que hacían largas filas para atenderse.

Histeria es una comedia romántica de Tanya Wexler que coloca al protagonista en el medio de dos mujeres, las hijas de su jefe encarnadas por Maggie Gyllenhaal y Felicity Jones, cobrando estos personajes y las subtramas románticas más peso que la invención del aparatito que tanta felicidad desparramó desde sus inicios.

La película coloca su mirada crítica a los prejuicios de la época a través de una serie de situaciones que resultan simpáticas, pero que se vuelven reiterativas. La idea de perfeccionar "su invento" (según las reacciones y los gritos de las mujeres que estaban dispuestas a abrir sus piernas) construye el espíritu de esta propuesta que se queda a mitad de camino entre la mirada ácida, el romance formal y prolijo de la época, y un invento que gira y se "mueve" más rápido que la historia que presenta.