Hellboy

Crítica de Yaki Nozdrin - Visión del cine

El mítico personaje Hellboy regresa a la pantalla grande, esta vez de la mano de Neil Marshall. En esta nueva adaptación, es el actor David Harbour quien se encarga de ponerse en la piel de este “chico del infierno”.
En los años 2004 y 2008, el mexicano Guillermo del Toro tomó el toro por las astas (valga la redundancia) y se hizo cargo de Hellboy, el mítico personaje creado por Mike Mignola. Más allá de esas dos entregas en pantalla grande, la novela gráfica contó con otras adaptaciones: dibujos animados para televisión y videojuegos para consolas. En Hellboy es Neil Marshall (El descenso) quien vuelve a darle vida a este personaje.

A diferencia de las entregas realizadas por Guillermo del Toro, Hellboy, es una propuesta más oscura y sangrienta que sus antecesoras. Mientras que las realizadas por el mexicano eran para mayores de 13 años, ésta nueva película es apta para mayores de 16. Esto es algo que posiblemente impacte en el número de espectadores, ya que, pese a su violencia explícita en diversas escenas, la trama parece estar destinada principalmente a adolescentes.

La historia nos sitúa, en un principio, en el Siglo VI. Allí, la temible bruja Nimue (Milla Jovovich) finalmente es derrotada a manos del mago Merlín y del Rey Arturo. Debido a su infalible poder, su cuerpo es cortado en trozos y estos trozos son escondidos en distintas partes del reino. Salto temporal, la historia pasa a situarse en la época actual. La “reina de la sangre” regresa a la vida con sed de venganza. Ahora Hellboy, por encargo de la Oficina de Investigación y Defensa Paranormal, deberá enfrentarse a la hechicera y así evitar un futuro apocalíptico.
Pese a que la trama se focaliza en la lucha interna de Hellboy –descifrar si es el monstruo que todos dicen o si, finalmente, es bueno de corazón–, la trama en todo momento es predecible. La presencia de Nimue nunca representa una verdadera amenaza para el protagonista (o siquiera para la humanidad). Pese a que el guion se enfoca en remarcar todo el tiempo que Hellboy es un “chico malo”, sus acciones demuestran a cada instante que esto no es real, por lo que se termina anulando cualquier peligro por parte de la hechicera o del mismo Hellboy.

Si bien la película resulta mínimamente entretenida (y si somos un poco buenos podemos hasta decir que algunas escenas son atrapantes), se queda sólo en algo superfluo. La trama va y viene entre la pelea contra Nimue, el pasado de Hellboy y las verdaderas intenciones de éste (al menos con respecto al futuro del mundo). Estas cuestiones (principalmente las dos últimas) resultan banales para una trama que parece tener como único objetivo una especie de pseudo-gore.